Honduras es uno de los 14 países con los que Taiwán mantiene relaciones diplomáticas.
Por EFE
La Cancillería taiwanesa expresó este miércoles su «grave preocupación» por una reunión celebrada el pasado 1 de enero entre el ministro de Asuntos Exteriores hondureño, Eduardo Enrique Reina, y el viceministro de Exteriores chino Xie Feng, recogió en las últimas horas la prensa isleña.
Según medios hondureños, la conversación tuvo lugar en Brasilia el pasado 1 de enero, donde Xie y Reina se encontraban para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Después de que el diario hondureño La Prensa desvelase la reunión, Reina explicó que esta se centró en la posible participación de China en la construcción de una presa hidroeléctrica en Honduras.
Honduras es uno de los 14 países con los que Taiwán mantiene relaciones diplomáticas, los cuales incluyen a Guatemala, Ciudad del Vaticano, Haití, Paraguay, Esuatini, Tuvalu, Nauru, San Vicente y Granadinas, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, Belice, Islas Marshall y Palau.
El Ministerio de Exteriores de Taiwán declaró que la embajadora taiwanesa en el país centroamericano, Vivia Chang, trasladó al canciller hondureño la «preocupación» de Taipéi, informó la agencia isleña CNA.
Pekín ofrece «falsas promesas», advirtió la Cancillería isleña, con el objetivo de «disminuir la presencia internacional» de Taiwán.
Taiwán «lleva años impulsando proyectos que mejoran el sustento del pueblo hondureño», aseguró el Ministerio.
Los lazos entre Tegucigalpa y Taipéi se remontan a 1941, cuando el Gobierno de la República de China -nombre oficial de Taiwán- todavía tenía su sede en la parte continental de China.
En los últimos años, cuatro países latinoamericanos -Panamá, El Salvador, República Dominicana y Nicaragua- rompieron relaciones con Taiwán en favor de la República Popular China.
Taiwán se considera un territorio soberano con Gobierno y un sistema político propios bajo el nombre de República de China desde el final de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas en 1949, pero Pekín mantiene que es una provincia rebelde e insiste en que retorne a lo que denomina patria común.