Haber salido de la UE les brinda una oportunidad de oro para remodelar nuestro régimen regulatorio.
Por EFE
El ministro británico de Economía, Jeremy Hunt, presentará el viernes en Edimburgo (Escocia) una reforma del sistema financiero del Reino Unido a fin de impulsar su crecimiento tras el Brexit, con el que se prevé que confirme una divergencia de la Unión Europea.
Hunt anunciará un paquete de «más de 30 reformas regulatorias» que conllevarán «una revisión, derogación y sustitución» de multitud de normativas heredadas de la UE que, según Londres, frenan el avance del sector de las finanzas, se indica en un comunicado.
Las normas en cuestión van desde las obligaciones de transparencia para los productos financieros hasta las reglas prudenciales para los bancos, con el objetivo de crear un marco regulatorio «a medida», basado en buenos ejemplos internacionales, que «equilibren las necesidades de las empresas con la protección al consumidor», dice el Ejecutivo.
El ministro también confirmará que se pondrá fin para algunos bancos a la delimitación impuesta tras la crisis crediticia de 2009 entre sus actividades de inversión y minoristas, a fin de facilitar sus operaciones.
Esto servirá para «liberar» a las entidades «sin grandes actividades de inversión» que ahora se ven entorpecidas por estos requisitos, se señala en la nota.
Al mismo tiempo, el Gobierno británico pedirá a los organismos reguladores del sector financiero -la Autoridad de Conducta Financiera y la Autoridad de Regulación Prudencial- que, además de velar por la protección de los consumidores y prevenir los riesgos sistémicos, promuevan medidas que favorezcan la competitividad y el crecimiento.
«Haber salido de la UE nos brinda una oportunidad de oro para remodelar nuestro régimen regulatorio y liberar todo el potencial de nuestro formidable sector de servicios financieros», declara Hunt en el comunicado.
«Hoy proponemos un régimen regulatorio ágil, proporcionado y de elaboración propia que desbloqueará la inversión en toda nuestra economía, lo que generará empleos y oportunidades para el pueblo británico», afirma.
El Gobierno recuerda que el sector de los servicios financieros aporta unos 216.000 millones de libras (250.000 millones de euros) anuales a la economía del Reino Unido, lo que incluye 76.000 millones (88.000 millones de euros) de recaudación fiscal.