Las autoridades quieren permitir la erección de estos rascacielos para conseguir fondos para el proyecto de renovación y ampliación de la estación de Penn Station.
Por EFE
La ciudad de Nueva York construirá en las próximas dos décadas un inmenso complejo inmobiliario en el centro de Manhattan que incluirá diez rascacielos, entre ellos uno que será el más alto del continente americano y entre los más elevados del mundo.
El complejo urbanístico se levantará en los alrededores de Penn Station, entre la Séptima y la Octava Avenida, en las cercanías de otro mítico rascacielos, el Empire State Building y junto al no menos conocido Madison Square Garden.
El diario The New York Times ha hecho su propia proyección basada en los documentos y representaciones hechos públicos hasta ahora por el estado de Nueva York, y ha concluido que el complejo de diez torres tendrá ocho que superarán los 1.000 pies de altura (305 metros), todas ellas situadas en la Octava Avenida.
La torre que estará en la «zona 7» subirá hasta los 1.900 pies (580 metros), lo que la convertirá en la más alta de todo el continente americano, al superar en más de 120 pies a la máxima altura actual que es la del One World Center (1.776 pies), en el extremo sur de Manhattan, cerca de las antiguas Torres Gemelas.
Esa torre, enteramente destinada a albergar oficinas, será propiedad de Vornado Realty Trust, y se convertirá en la sexta más alta del mundo, solo por detrás de las situadas en Asia y la Península Arábiga.
Le seguirá otra torre de 1.726 pies, con 2,9 millones de pies cuadrados (260.000 metros cuadrados) también destinados a oficinas, siempre según la proyección del New York Times.
El diario define la zona de Penn Station en su estado actual como la más transitada de todo Estados Unidos y la más detestada por una mayoría de ciudadanos, y considera que con el gran proyecto inmobiliario la gobernadora actual, Kathy Hochul, quiere así marcar su impronta para la posteridad.