En el primer semestre de 2022, Costa Rica –en datos preliminares– registró 98,58% de generación renovable.
Por Revista Summa / Fotografía Grupo ICE
Los embalses de regulación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se encuentran en estado óptimo para sustentar la generación durante los meses restantes de 2022. Estos cuerpos de agua conforman la base firme de la producción y son esenciales para adicionar fuentes variables como el sol, el viento y el agua de plantas a filo.
El estado de los embalses se conoce por la cota –altura en metros sobre el nivel del mar (msnm)– que alcanza el agua acumulada. Arenal, que es el más grande del país y alimenta tres hidroeléctricas en cascada, ya supera los 539 msnm. Cubre 87 kilómetros cuadrados y se ubica entre las provincias de Guanacaste y Alajuela.
Pirrís, único embalse de regulación ubicado en la Vertiente del Pacífico, reporta 1.204 msnm. Por su parte, Cachí sobrepasa los 988 msnm y Angostura los 576 msnm. Reventazón, que opera desde 2016 y aporta el agua para la planta de mayor capacidad instalada de Centroamérica, está por encima de los 261 msnm.
“Los embalses permiten garantizar el abastecimiento sostenido y de calidad para todo el país, incluso cuando las lluvias tienden a bajar. Además, brindan servicios auxiliares al sistema, que esperamos, sean reconocidos de forma óptima en las tarifas”, explicó Marco Acuña, presidente de Grupo ICE.
En el primer semestre de 2022, Costa Rica –en datos preliminares– registró 98,58% de generación renovable. Desde 2015, el país mantiene su producción limpia en el punto más alto, empleando las cinco fuentes sostenibles de su matriz. Este hecho ha sido destacado por la organización REN21, especializada en energía sostenible.
De los 6.213,45 gigavatios hora (GWh) producidos entre enero y junio, Costa Rica exportó 324 GWh al Mercado Eléctrico Regional (MER), con ingresos de $30,1 millones. Esta energía proviene de excedentes de las plantas del ICE –como las hidroeléctricas– y genera ingresos que se devuelven a los usuarios en forma de rebaja tarifaria, mediante el cálculo del Costo Variable de la Generación (CVG).