El objetivo es sustituir plantas invasivas en el trayecto de Rutas Naturbanas que se conecta con el proyecto de dos torres de apartamentos Azenza Towers, para así atraer fauna local y generar un corredor biológico en la zona.
Por Revista Summa
Este 3 de septiembre, 23 voluntarios de Garnier & Garnier sembraron 150 árboles de especies nativas en las inmediaciones de La Uruca, concretamente en los alrededores del complejo residencial Azenza Towers. Esta iniciativa busca apoyar el plan de regeneración ambiental y boscosa para el ecosistema de la ciudad de San José y del entorno del río Torres.
La iniciativa de Garnier & Garnier –empresa desarrolladora de Azenza Towers- se lleva a cabo de forma conjunta con Rutas Naturbanas, organización que gestionó ante Fundecooperación, la solicitud de un Fondo Ciudad Verde para Corredores Biológicos Interurbanos, otorgado por la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ).
Estos recursos financian el proceso para sustituir especies invasivas –como el zacate elefante- en el trayecto de Rutas Naturbanas que se conecta con el proyecto de dos torres de apartamentos. Para lograrlo, el diseño del paisajismo incluye gran cantidad y variedad de especies nativas de alto valor biológico.
De este modo, se atraerá fauna local, lo cual generará conectividad biológica con áreas aledañas. A su vez, esto apoya la mitigación de muchos de los efectos negativos del cambio climático en ese segmento, especialmente en los alrededores del barrio La Luisa, colindante con Azenza Towers.
“En Garnier & Garnier trabajamos para brindar soluciones integrales, es por ello que, buscamos de manera continua las opciones idóneas para mantener y recuperar la biodiversidad en balance con cada desarrollo, lo que resulta fundamental para generar una mejor experiencia a nuestros clientes y a las comunidades vecinas”, recalcó Laura Cruz, gerente de sostenibilidad de Garnier & Garnier.
Rutas Naturbanas
El proyecto de la Rutas Naturbanas tiene como objetivo el diseño y la materialización de trayectos de uso compartido y de desplazamiento no motorizado -como caminar, trotar, correr, patinar o pedalear-. Éstas buscan conectar a las personas con la ciudad a través de la naturaleza. Para lograrlo utilizan dos corredores primarios a través de los ejes este-oeste que crean los ríos Torres y María Aguilar.
Jossy Calvo, biólogo de la fundación Rutas Naturbanas, destaca que, “este tipo de iniciativas es clave y tiene un altísimo impacto en la restauración de la protección y el refugio que necesita la fauna en el casco urbano. Es de este modo y mediante estos esfuerzos, que es posible beneficiar a una gran cantidad de especies, las cuales han tenido que desplazarse por la destrucción de su hábitat, fenómeno que se ha dado en muchos puntos del país”.
Toda esta riqueza natural se conectará a lo largo de 2.4 kilómetros con Azenza Towers. De modo tal que quienes habitan en dicho complejo de vivienda vertical y en sus alrededores, tendrán a unos cuantos metros de su hogar, un escenario que, gracias a esta reforestación con árboles nativos -tales como el Pochote, el Guachipelín el Guarumo y el Corteza Amarilla -, facilitará el arribo de diversas especies de aves y de otros animales e insectos –como yigüirros, pericos, mapaches, pizotes y abejas, entre muchos otros- los cuales buscan alimento y refugio. Estos procesos se dan de forma paulatina y sus primeros resultados se percibirán aproximadamente a partir de los dos años del inicio de la siembra y la reforestación.
Gracias a esta última siembra, desde mayo de este año a la fecha, se sembraron 300 nuevos árboles nativos en una extensión de una hectárea aproximadamente.