Maradiaga, un académico y activista, fue detenido después de comparecer a declarar ante la Fiscalía, donde le confirmaron que le habían abierto una investigación.
Por EFE
Las autoridades nicaragüenses detuvieron este martes al tercer aspirante opositor a la Presidencia de Nicaragua, con lo que se allana el camino para una nueva reelección del mandatario, Daniel Ortega, en el poder desde el 2007 y tildado como «dictador» por EE.UU., a falta de cinco meses de los comicios generales.
El político opositor y aspirante a la Presidencia de Nicaragua Félix Maradiaga fue detenido este martes bajo la acusación de «incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos», según las autoridades.
Maradiaga, un académico y activista, fue detenido después de comparecer a declarar ante la Fiscalía, donde le confirmaron que le habían abierto una investigación.
El opositor se convirtió así en el tercer aspirante a la Presidencia de Nicaragua investigado y detenido en los últimos días.
Los otros dos son Cristiana Chamorro, hija de la exmandataria Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), y Arturo Cruz, que fue embajador ante Estados Unidos del Gobierno de Ortega entre 2007 y 2009.
Además, la Fiscalía ha citado al también aspirante Juan Sebastián Chamorro, sobrino de la exmandataria.
EEUU TILDA A ORTEGA DE DICTADOR
Tras la detención de Maradiaga, la subsecretaria para Latinoamérica del Departamento de Estado de Estados Unidos, Julie Chung, tildó a Ortega de «dictador» e instó al resto de países del mundo a que lo traten como tal.
«La detención arbitraria del candidato presidencial Félix Maradiaga -el tercer líder opositor detenido en 10 días- confirma sin lugar a dudas que Ortega es un dictador. La comunidad internacional no tiene más opción que tratarle como tal», dijo Chung en Twitter.
La semana pasada, tras la detención de Cristiana Chamorro, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, aseguró que el Gobierno de Ortega estaba avanzando «exactamente en la dirección opuesta».
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha dicho que Nicaragua se encamina a «la peor elección posible» debido a la falta de garantías para celebrar un proceso libre, justo y transparente.
¿OPOSITORES «RENUNCIARON A LA VÍA ELECTORAL»?
Juan Carlos Ortega Murillo, uno de los hijos de la pareja gobernante nicaragüense, dijo en un tuit que en 2018, cuando estalló una revuelta popular que el Ejecutivo califica como un intento de golpe de Estado, «los vendepatria», en alusión a los dirigentes de la oposición, «renunciaron a la vía electoral».
«Nos encaminamos a un modelo de partido hegemónico en pleno siglo XXI, la detención de Félix (Maradiaga) es una más de muchas que piensa hacer el régimen hasta sentir que no hay voces en su contra», dijo Eliseo Núñez, un analista de tendencia liberal, en Twitter.
Para la abogada constitucionalista y opositora María Asunción Moreno, «la vida política en Nicaragua está siendo sacudida por quien no cree ni en las instituciones ni en la Ley».
«Ortega es un enemigo de la libertad, cree que es mejor destruir a Nicaragua para consolidar un sistema totalitario que le permita controlar el futuro de todos», señaló la jurista.
Para el político y jurista Bonifacio Miranda, Ortega «tiene a los precandidatos presidenciales como rehenes de alto nivel para negociar con Estados Unidos» y desmotivar «a los opositores para que no salgan a votar» el 7 de noviembre.
El Gobierno nicaragüense ha demandado a EE.UU., Canadá, la Unión Europea y al Reino Unido a cesar las sanciones impuestas contra empresas y allegados al mandatario nicaragüense, en el marco de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde hace casi 38 meses.
ACUSAN A OPOSITOR DE PEDIR INTERVENCIÓN MILITAR
Sobre la detención de Maradiaga, la Policía Nacional, que ya allanó su vivienda, informó que «está siendo investigado por realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización».
También por «proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y lesionar los intereses supremos de la nación».
Ortega, de 75 años, quien retornó al poder en 2007 y gobierna desde 2017 junto a su esposa, Rosario Murillo, aspira por octava vez a la Presidencia en los comicios del 7 de noviembre.
El líder sandinista está en su segunda etapa como presidente de Nicaragua, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.