El contexto actual nos invitó a salir de nuestra ‘zona de confort’ y desarrollar nuevas destrezas como prever diferentes escenarios
Por Por Luis Tituaña
La Navidad es una de las fechas más importantes para muchos negocios y durante este año, en especial, se ha convertido en una época de oportunidades. Un gran número de empresas se juegan toda su facturación y su supervivencia en el mercado durante esta temporada. Entonces, surge la pregunta: ¿Cómo cerrar positivamente un año que ha sido desafiante para los negocios? No solo se trata de preparar una campaña habitual, como lo hemos hecho en años anteriores, sino de entender que vivimos un contexto de cambio y que este 2020 ha sido un año de retos, pero también de aprendizajes que nos han permitido proyectar hacía donde queremos dirigirnos con nuestro negocio.
A comienzos del 2020, alrededor de cuatro de cada diez gerentes y propietarios de pequeñas y medianas empresas de la región manifestaron que uno de sus principales desafíos sería mejorar sus ventas y encontrar nuevos clientes, según detalla la sexta edición de la encuesta Visión Pymes, realizada por Brother International Corporation. Mejorar el volumen de ventas, sin duda, es una prioridad para las empresas. Sin embargo, enfocarnos en este objetivo, puede causar que descuidemos otros factores (como la modernización, la planificación y la innovación), que, seguramente, nos ayudarán a lograr el resultado que deseamos[1].
Como panelista de Brother International Corporation, a menudo comparto mi punto de vista sobre las tendencias de negocios en la región y en esta oportunidad quiero remarcar la importancia de que los negocios aprovechen esta temporada como un momento de reflexión acerca de su futuro. El contexto actual nos invitó a salir de nuestra ‘zona de confort’ y desarrollar nuevas destrezas como prever diferentes escenarios, ser flexibles y disruptivos con nuestras estrategias, para mantener a flote las operaciones de nuestra empresa.
A continuación, comparto cuatro consejos que los líderes de negocios pueden tomar en cuenta para cerrar con éxito este 2020.
- Planifica tu año: Es común que algunos líderes de empresas crean que hay que esperar a que empiece el nuevo año para elaborar el plan de trabajo. Sin embargo, esa percepción no es correcta. Los retrasos en la planificación pueden provocar que tengamos un inicio de año mucho más lento que otros negocios y esto impacte en nuestros ingresos. La experiencia de este año nos ha dejado claro que es mejor prevenir cualquier tipo de contingencia. Todo esto debe partir de un diagnóstico que nos permita determinar las acciones, objetivos, equipo, recursos y procesos con los que contamos, para actuar cuando llegue el momento. De esta forma, ante cualquier situación adversa, nuestro negocio podrá seguir operando y podremos aprovechar las temporadas altas, como la Navidad, para obtener mejores resultados sin tener que “apagar incendios” constantemente.
- Aprende a ser flexible: Durante el 2020, los negocios han visto la necesidad de cambiar su estructura de planificación comercial, incluyendo aspectos como medidas de bioseguridad y distanciamiento social. El nivel de preparación será valioso no solo durante la temporada navideña, sino como una estrategia a futuro, para afrontar restricciones que influirán en diversos factores como el aforo de los locales, la importación de mercancía, la distribución de los productos, los horarios de venta, entre otros. Por este motivo, es esencial que los negocios sean flexibles y brinden facilidades a sus clientes, como ampliar el horario de apertura y cierre de sus locales, implementar estrategias como el pickup (paso a recoger) o el servicio de entregas a domicilio, para que sus clientes puedan realizar sus compras sin preocupación y así evitar aglomeraciones.
- Piensa en el cliente: El cliente es el pilar fundamental de todo negocio, en especial, durante la época navideña. En algunos casos, los clientes tienen la rutina de comparar precios y evaluar la calidad de los productos, antes de realizar sus compras. Por ello, es indispensable organizar los productos para que siempre estén visibles al consumidor y brindar toda la información necesaria, para que una persona pueda pasar a la siguiente fase y efectuar la compra. En otras ocasiones, los clientes tienen grandes expectativas por las promociones. Por este motivo, es recomendable anticiparnos a sus necesidades y crear una estrategia de promociones de temporada, que incluya ofertas, paquetes o kits de regalo que puedan llamar su atención, así como el servicio de packaging (envoltura de regalos). Estamos en un momento en el que los clientes no solo quieren comprar productos y servicios, también buscan experiencias y cada cambio que realicemos debe estar orientado a mejorar nuestro servicio de atención al cliente, para generar confianza y que cada consumidor se convierta en multiplicador de nuestra marca o empresa.
- Aprovecha la tecnología: Las aplicaciones móviles y el e-commerce se han vuelto herramientas indispensables para los negocios. La presencia en el canal online ha permitido que muchas empresas mantengan activas sus operaciones durante el momento actual. Hoy en día, muchos líderes de negocios utilizan estos recursos tecnológicos y la promoción en línea, aprovechando la temporada navideña. No obstante, esto no debe ser tomado como una medida temporal, sino como un proceso de modernización que debemos implementar en nuestro negocio con miras hacia el futuro. El mundo se transforma cada día y si los negocios no se acoplan a este ritmo, corren el riesgo de desaparecer. Por ejemplo, a principios del 2020, más de la mitad de pymes de la región informaron que utilizaban las redes sociales para realizar ventas y promocionar sus productos y servicios, de acuerdo con cifras de la sexta edición de la encuesta Visión Pymes de Brother International Corporation. Con los cambios experimentados en los últimos tiempos, esta cifra aumentó. Por esta razón es trascendental estar alineado con las herramientas que se ajustan mejor a nuestro giro de negocio y aprovecharlas al máximo.
La Navidad es un tiempo de reflexión no solo a nivel personal, sino también en los negocios. Es una ocasión propicia para que los líderes de negocios midan sus resultados, evalúen sus logros y también analicen aquellos aspectos por mejorar. El cambio y la innovación son cada vez más necesarios, pero todo debe partir de un proceso de autocrítica que nos permita proyectar hacía donde queremos dirigirnos.