En Honduras no hay cifras oficiales sobre el monto de los daños que Eta e Iota dejaron a su infraestructura, pero algunas fuentes calculan que podrían rondar los US$10.000 millones.
Por EFE
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, agradeció este lunes a España por su solidaridad con los países de Centroamérica que han sufrido destrozos dejados por los huracanes que después fueron tormentas tropicales Eta e Iota.
El agradecimiento fue expresado por Hernández en un mensaje al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en redes sociales.
«Gracias presidente @sanchezcastejon por la solidaridad y respaldo a la región para impulsar la Reconstrucción Nacional ante los embates de ETA e IOTA. El pueblo español siempre ha sido un país cercano a Honduras y eso, se agradece», indicó el gobernante hondureño en la red Twitter.
En otro mensaje, el mandatario hondureño señaló que España será interlocutor de Centroamérica ante la Unión Europea para la reconstrucción de Nicaragua, Honduras y Guatemala, los países más afectados por los dos fenómenos naturales.
«Gracias Pdte. Pedro @sanchezcastejon por su anuencia a que España sea el interlocutor de Honduras y Centroamérica ante la @UECentroamérica para la reconstrucción de nuestros países al solicitárselo esta mañana y en seguimiento a lo acordado con @DrGiammattei y #DanielOrtega», subrayó Hernández.
En Honduras no hay cifras oficiales sobre el monto de los daños que Eta e Iota dejaron a su infraestructura, pero algunas fuentes calculan que podrían rondar los 10.000 millones de dólares.
Hasta ahora la cifra de muertos es de 91 y unos 3,9 millones de personas afectadas en mayor o menor grado, según la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
COMUNIDADES HAN SUFRIDO HASTA TRES INUNDACIONES
A una semana del paso de Iota, que entró al país como tormenta tropical, después de haberlo hecho en Nicaragua como huracán categoría 5, en la escala Saffir-Simpson, muchas comunidades del occidente y norte de Honduras siguen inundadas, mientras que en regiones como el centro, oriente y Caribe hay pueblos incomunicados.
En el extenso y fértil valle de Sula, donde los estragos de Eta e Iota son mayores, poblaciones enteras como el municipio de La Lima, siguen inundados por remanentes de lluvia que dejó la tormenta tropical, que continuarán hasta el jueves.
Lo mismo sucede en otras comunidades vecinas de La Lima como Jerusalén, Rivera Hernández y Ciudad Planeta, que parecen pueblos fantasmas porque sus habitantes tuvieron que salir por las inundaciones, de las que algunas comenzaron el 4 de noviembre.
Hay poblaciones en el sector de La Lima, y de la vecina ciudad de El Progreso, que han sido inundadas tres veces, primero por Eta, luego por Iota y desde el sábado por nuevas lluvias que de nuevo han causado el desbordamiento de los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón, que nacen en el occidente y desembocan en el Caribe.
En algunos barrios de La Lima hoy se escuchaban perros ladrando que quedaron en corredores de casas inundadas de basura, o un gato blanco maullando en el techo, de láminas de zinc, de otra vivienda.
EL AGUA LLEGA A LA CINTURA EN ALGUNOS BARRIOS
El canal de televisión HCH mostró hoy imágenes de un perro negro pequeño que no podía salir de una casa deshabitada, anegada de agua sucia y basura, a la que tres hombres de una iglesia evangélica pudieron acceder, con el agua a la cintura, y uno de ellos saltó por una cerca de alambre para rescatar al animal.
El panorama también es desolador en varias zonas de la ciudad de El Progreso y comunidades vecinas situadas a orillas de una autopista de 27 kilómetros que comunica con las vecinas de La Lima y San Pedro Sula, lo mismo que en fincas bananeras.
La situación se ha agravado en el valle de Sula porque varios canales de alivio y muros de contención fueron rotos, anegando, de nuevo, con mayor intensidad las partes más bajas en las que no habían terminado de descender el nivel de las inundaciones que dejó Eta, fenómeno que afectó a 16 de los 18 departamentos de Honduras.
Eta e Iota, según expertos, han causado más daños en el norte de Honduras que el huracán Fifí, a mediados de septiembre de 1974, que dejó 10.000 muertos, y el Mitch, entre la última semana de octubre la primera de noviembre de 1998, que cobró unos 5.657 fallecidos.
Hasta antes de Eta e Iota, el Fifí y el Mitch eran los peores desastres naturales que había sufrido Honduras, país de 9,5 millones de habitantes de los que, antes de la pandemia de covid-19, que se comenzó a expandir en marzo, más del 60 por ciento eran pobres.
Con el desempleo de más de 500.000 personas por la covid-19 y las tormentas Eta e Iota, la pobreza en el país centroamericano estaría superando el 70 %, según analistas.