La migración es un derecho humano, pero debe hacerse de forma regular, ordenada y segura.
Por Revista Summa
Delegaciones de Honduras, Estados Unidos y Guatemala se reunieron para abordar las acciones conjuntas encaminadas a prevenir la migración irregular, el tráfico de personas y otros ilícitos que atentan contra la integridad humana y la seguridad.
El encuentro se celebró inicialmente en Puerto Barrios (Guatemala) y posteriormente las delegaciones se trasladaron a Corinto, en Omoa (Cortés), donde realizaron una visita de campo en este puesto fronterizo integrado para definir las estrategias conjuntas.
La delegación de Honduras estuvo encabezada por la vicecanciller para Asuntos Migratorios y Consulares, Nelly Jerez; además, estuvieron presentes la directora del Instituto Nacional de Migración (INM), Carolina Menjívar; la subsecretaria de Derechos Humanos, Rosa Seaman, y la titular de la Dirección de Niñez, Familia y Adolescencia (DINAF), Lolis Salas.
Asimismo, participaron el subjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general Germán Velásquez; el comandante de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA), coronel José Ramón Macoto, y el director de la Policía de Fronteras, comisionado Julián Hernández.
La delegación de Guatemala estuvo conformada por el director del Instituto Guatemalteco de Migración, Guillermo Díaz; el jefe del Estado Mayor de Defensa Nacional, Hugo Roberto Urbina, y el director de Inteligencia, Miguel Ángel Orozco.
En representación del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos estuvo el agregado interino, Ronald Massi, quien se sumó al recorrido por el punto fronterizo y por el Centro de Atención al Migrante Retornado de Omoa.
Articular esfuerzos
La vicecanciller Nelly Jerez indicó que la reunión en Guatemala y el recorrido por el punto fronterizo tuvieron como objetivo coordinar acciones para articular esfuerzos y coordinar acciones conjuntas para combatir la trata y tráfico de personas.
Aseguró que la migración es un derecho humano, pero debe hacerse de forma regular, ordenada y segura, a la vez que reafirmó su llamado a la población a no arriesgarse en la ruta irregular que ha dejado luto y dolor en las familias hondureñas.
Por su parte la directora del INM, Carolina Menjívar, detalló que en el encuentro las delegaciones abordaron temas sobre la gestión de fronteras y movilidad migratoria en sus diferentes modalidades.
«Queremos enviar un mensaje enfático a todos nuestros compatriotas y ciudadanos de los países de la región, que deben cumplir los requisitos para salir de Honduras e ingresar a los países vecinos», dijo.
Aseguró que a través de la Fuerza de Tarea de Atención al Migrante se coordinan las acciones para garantizar una migración ordenada y segura, velando por los derechos de la población.
«No expongamos nuestras vidas, la de nuestros hijos y nuestras familias, porque es seguro que con todas las medidas de restricción que están siendo aplicadas en todos los países van a ser deportados y retornados a su país de origen», agregó.
«Sabemos que lo más importante es la salud de todos y por lo tanto el cumplimiento del protocolo de bioseguridad es estrictamente obligatorio», aseveró.
Enfoque regional
El director de Migración de Guatemala, Guillermo Diaz, indicó que se están coordinando de forma conjunta con las autoridades hondureñas las acciones para prevenir la migración irregular con prácticas enfocadas en velar por la protección de los derechos humanos.
«Migrar es un derecho humano y en función de eso hemos discutido esta mañana temas relacionados con atención al migrante. Estamos conscientes de la necesidad de la población, pero nosotros abogamos por una migración regular y segura», expresó.
Díaz aseguró que el tema migratorio se está viendo desde el enfoque regional, teniendo en cuenta que la problemática no es exclusiva de Honduras, Guatemala y México, sino que «es una problemática regional que tiene que abordarse desde un concepto de integración».
Cabe recordar que en la movilización que salió el 30 de septiembre de la ciudad de San Pedro Sula más del 90 por ciento de migrantes fueron retornados a Honduras sin poder cruzar Guatemala.