Las medidas incluyen distanciamiento físico obligatorio, la prohibición de todos los eventos públicos con más de 50 personas y un nuevo límite en el número de asistentes a bodas y funerales.
Por Xinhua
Varios países europeos están poniendo en marcha nuevas restricciones ante el rápido avance de la segunda ola de COVID-19 en el continente.
El domingo, dos días después de convertirse en el segundo país de la Unión Europea (UE) con más de un millón de casos de coronavirus, Francia confirmó un nuevo récord diario de infecciones, 52.010, informó la Agencia de Salud Pública del país.
La grave segunda ola de la pandemia obligó al Gobierno francés a imponer el toque de queda en la mayoría de las regiones del país, de forma que más de dos tercios de la población, es decir, unos 46 millones de personas, deberán quedarse en casa entre las nueve de la noche y las seis de la mañana durante seis semanas.
En Italia, los portavoces del primer ministro, Giuseppe Conte, y del presidente, Sergio Mattarella, informaron el domingo de que habían dado positivo por COVID-19, en un momento en que los casos diarios de la enfermedad superaron los 20.000 por primera vez en el país.
Para combatir el explosivo rebrote, Conte anunció el mismo día, en una conferencia de prensa televisada a la nación, que los pubs, bares, restaurantes y heladerías deberán cerrar a las seis de la tarde, dentro de las nuevas medidas para contener la propagación del coronavirus que estarán vigentes hasta el 24 de noviembre. Añadió que el Gobierno fomentará el trabajo inteligente en la administración pública y que «recomienda encarecidamente» que el sector privado haga lo mismo para reducir que el transporte público vaya abarrotado.
Mientras tanto, en España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció también el domingo el estado de alarma, días después de que el país se convirtiese en el primero de la UE en sobrepasar el umbral del millón de contagios.
El estado de alarma, que entró en vigor el mismo día, se prolongará 15 días, aunque Sánchez anunció que su Gobierno pretende mantenerlo hasta el próximo 9 de mayo, una medida que necesita el aval de la mayoría de los 350 escaños parlamentarios.
En el Reino Unido, se confirmaron el domingo 19.790 casos nuevos de COVID-19, con lo que el total en el país se elevó a 873.800, con 44.896 muertos, según cifras oficiales.
Los últimos datos coinciden con la preocupación mostrada por los médicos británicos ante la situación de la pandemia con la llegada del otoño y el invierno.
El 12 de octubre, el primer ministro británico, Boris Johnson, presentó un nuevo sistema de alerta de COVID-19 en tres niveles que se implementará en toda Inglaterra. El nivel se decidirá de acuerdo con las tasas de contagio locales.
Los casos también han aumentado de forma considerable en países como Hungría, Croacia, Bulgaria y Lituania, algunos de los cuales han informado de récords diarios de infecciones en los últimos días. El primer ministro búlgaro, Boyko Borissov, anunció el domingo en su página de Facebook que había dado positivo por COVID-19.
Con récords diarios de casos durante cinco días consecutivos, la Sede Nacional de Protección Civil de Croacia anunció el domingo nuevas medidas que entrararían en vigor a las 00:00 del lunes (hora local).
Las medidas incluyen distanciamiento físico obligatorio, la prohibición de todos los eventos públicos con más de 50 personas y un nuevo límite en el número de asistentes a bodas y funerales.
Mientras el mundo se afana por contener la pandemia, la búsqueda de una vacuna contra COVID-19 se acelera.
Según la Organización Mundial de la Salud, hasta el 19 de octubre, se estaban desarrollando 198 vacunas candidatas en todo el mundo, 44 de ellas ya en los ensayos clínicos.