En seis años, un emprendimiento que inició con la venta de dos galones de jugo de limón casero se convirtió en una fábrica con gran potencial y millonaria inversión.
Por Revista Summa
El hondureño René Bendaña ha logrado desarrollar su negocio de jugos aferrándose a importantes valores personales, inyectando motivación a sus colaboradores y comprometido con la calidad total y la salud. En seis años, un emprendimiento que inició con la venta de dos galones de jugo de limón casero, con todas las propiedades de la fruta, se convirtió en una fábrica con gran potencial y millonaria inversión.
“Soy fiel a principios inquebrantables de integridad, lealtad, pasión, entrega y confianza en mí mismo. He buscado el equilibrio entre el trabajo y la familia, siendo esa mi receta al éxito, de la mano de un producto orientado a que la gente adopte un estilo de vida más saludable e incorpore a su dieta jugos de frutas y vegetales 100% naturales”, dice.
La reconocida marca nace cuando su padre adquiere una finca de cítricos, El Retiro, ubicada en el corazón de la montaña del departamento de Yoro. Confiesa que posicionarla en el mercado ha sido un camino largo y lleno de momentos agridulces, que han podido ser superados por no perder el objetivo de complacer al consumidor que agradece una bebida natural, sin aditivos químicos. Recalca que “todo es posible, siempre y cuando se crea en ello”.
Apasionado de su quehacer
“No existe poder más grande en el universo que el de una idea respaldada por acciones integrales para llevarla a cabo. Es posible incentivar el consumo de bebidas saludables, aunque se tenga que romper el paradigma de que son más caras en comparación a las no saludables. Salut es ahora lo que es gracias a la reputación que tiene, tanto en Honduras como en los otros países a donde llega”, dice con orgullo.
El fundador reconoce que ha tenido que ser un «todologo» para darle el ejemplo a sus colaboradores sobre el valor del trabajo efectivo y eficiente, que solo se logra con una fuerte dosis de pasión.
«Me enfoco en demostrarle a la gente el verdadero valor de la marca, las oportunidades que existen en el mercado y las que se pueden lograr a pesar de las adversidades. Tengo dos reglas de vida: hago todo lo que puedo y lo hago lo mejor posible”, recalca.
Su liderazgo en la organización es clave para generar una buena química y consolidar el crecimiento. La creatividad es otro aditivo que aumenta la producción.
«No somos un producto, somos una idea concreta y persistente, con una meta fija: clientes satisfechos, felices y fieles a la marca. Un producto se puede comprar, la idea no tiene precio. Por ello, no seríamos nada sin el equipo de trabajo que ha ayudado a levantar la empresa y aporta para que esta idea sea una gran realidad”, sostiene el empresario.
Innovación, algo natural
Salut está respaldada por una historia de agregar valor a los cítricos, incluso en este difícil año. Puso en operación una nueva planta de producción con equipo tecnológico europeo que marca una nueva era para
la organización en la pasteurización y producción de los primeros jugos “cold press” del mercado hondureño.
También ha mejorado su plataforma para pedidos en línea y entrega express.