El café es, junto con la carne de bovino y el oro en bruto, los principales productos de exportación de Nicaragua.
Por EFE
Los caficultores nicaragüenses se prepararan para la próxima cosecha con el reto de evitar que la COVID-19 haga estragos entre los trabajadores y merme la producción, dijo a Efe la presidenta de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua (ANCN), Aura Lila Sevilla Kuan.
Para tal fin, con diferentes actores, trabajan en un protocolo de prevención para toda la cadena del café que se enfocará en los puntos claves identificados y siguiendo los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó Sevilla Kuan, también coordinadora de la Plataforma Nicaragüense de Café Sostenible (Nicafes).
El protocolo tiene el fin de ayudar a prevenir el contagio en toda la cadena de café, un sector que genera hasta 300.000 empleos por cosecha, en un país de 6,4 millones de habitantes, indicó.
Debido a la falta de información oficial no se tiene claridad de cuales son las zonas en el campo donde se encuentran los principales focos de contagio de COVID-19 en esta época de pre corte o temporada de silencio, que es cuando el sector se prepara para la etapa de cosecha que va de octubre a mayo, advirtió.
El Ministerio de Salud de Nicaragua ha informado de 2.519 contagios de la COVID-19, y 83 muertes, sin especificar zonas geográficas, origen étnico, género, ni edades.
DESCONOCEN FOCOS Y ZONAS DE CONTAGIO
Para los caficultores, señaló la dirigente, es relevante contar con esa información para la movilización de los productores y colaboradores en la etapa de cosecha.
Al no contar con esa información segmentada, explicó Sevilla Kuan, se auxiliarán del independiente Observatorio Ciudadano COVID-19, una red de médicos y voluntarios de toda Nicaragua, que contabiliza 6.775 casos sospechosos, con 1.878 fallecidos, incluidos 1.749 que son sospechosos por coronavirus y 129 por neumonía, que, a diferencia del Ministerio de Salud, sí detalla su información por departamento.
«De lo que se puede visualizar hasta la fecha donde se tendría que trabajar con mayor precaución son las unidades de producción y los beneficios secos dada la cantidad de colaboradores a contratar para realizar esas labores», expuso la dirigente gremial.
También los centros de acopio en las comunidades donde confluyen los pequeños productores que llegan a vender o dejar su café, y en época de corte será por las mañanas y las tardes cuando se den los traslados de los recolectores de sus casas a las fincas y viceversa, que es cuando se dan la mayor cantidad de aglomeraciones.
«Queremos que este protocolo pueda ser práctico para que ayude a los eslabones más débiles a prepararse para desarrollar el trabajo con todas las medidas que permitan evitar el contagio de la COVID-19 a las familias de productores, colaboradores y comunidades», destacó.
CON EXPECTATIVAS BUENAS
Pese a la pandemia del coronavirus y a la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril de 2018, ese sector tiene expectativas muy buenas y esperan que el precio del quintal supere los US$100.
Para lograr sus objetivos, según dijo Sevilla Kuan, además de implementar el protocolo de prevención contra el virus, requerirán de mayor financiamiento para los casi 45.000 productores que se dedican a cultivar los 2,5 millones de quintales que se produce por cosecha.
El café es, junto con la carne de bovino y el oro en bruto, los principales productos de exportación de Nicaragua.
El café de Nicaragua tiene como principales mercados a Estados Unidos, Bélgica, Alemania, Canadá, Italia, Suecia, España, Reino Unido, Malasia, Taiwán y Costa Rica, según los datos oficiales.
Nicaragua, el segundo país más empobrecido de América, se sostiene principalmente de la agricultura, que representa entre el 18 % y el 20 % del Producto Interior Bruto (PIB) de Nicaragua.