Nuevas medidas le permitirá ahorrar unos 365 millones de dólares en el año fiscal 2020.
Por EFE
La cadena estadounidense de grandes almacenes Macy’s anunció este jueves que despedirá a 3.900 empleados, un 3 % de su plantilla total, como parte de una «restructuración» para paliar el impacto de la pandemia de COVID-19 y en previsión de unas menores ventas.
«La COVID-19 ha impactado significativamente nuestro negocio. Aunque la reapertura de nuestras tiendas va bien, anticipamos una recuperación gradual y estamos tomando acciones para alinear nuestra base de costes con nuestras ventas, que prevemos serán más bajas», dijo en un comunicado el máximo ejecutivo, Jeff Gennette.
Macy’s reducirá su plantilla corporativa y de administración en aproximadamente 3.900 personas, según la nota, en la que Gennette aseguró que tomar esa decisión ha sido «difícil» y quiso expresar su «profunda gratitud» a los empleados despedidos por «su servicio y contribuciones» a la empresa.
Esa medida le permitirá ahorrar unos US$365 millones en el año fiscal 2020 y aproximadamente 630 millones a nivel anualizado, que se suman a los 1.500 millones de ahorro previsto en unos planes anunciados el pasado febrero para cerrar 125 tiendas y despedir a 2.000 empleados en los próximos tres años.
Los icónicos grandes almacenes, que ya estaban en dificultades antes de la pandemia, cerraron todos sus establecimientos en EE.UU. entre el 18 de marzo y el 4 de mayo, periodo en el cual se suspendió de sueldo a la mayoría de los 130.000 empleados con el objetivo de tener «el personal mínimo necesario para las operaciones básicas».
A ese respecto, el máximo ejecutivo señaló que Macy’s «ajustará» el personal de sus tiendas, su cadena de suministro y su red de atención al cliente en función de la «recuperación de las ventas», pero anunció que «muchos de los colegas suspendidos» por la pandemia volverán al trabajo a partir del 5 de julio.
«Sabemos que vamos a ser una compañía más pequeña en el futuro inmediato, y nuestra base de costes seguirá reflejando eso en adelante. Nuestra base de costes más baja, combinada con unos 4.500 millones de dólares de nueva financiación, también nos hará una empresa más estable y flexible», agregó.
Macy’s presentará sus resultados del primer trimestre fiscal la próxima semana, pero ya ha anticipado unas cifras sombrías, con una caída de ventas del 45 % respecto al mismo periodo del año anterior, y unas pérdidas cercanas a los 1.000 millones de dólares, en comparación con los 203 millones de beneficio que obtuvo en ese tramo de 2019.
La cadena de grandes almacenes forma parte de un sector, el minorista, azotado con fuerza por la COVID-19 pero que también estaba en dificultades por el cambio en los hábitos de compra de los consumidores, pero tiene unas perspectivas algo más halagüeñas que rivales como Neiman Marcus o J.C. Penney, que se han declarado en bancarrota durante la pandemia.
Tras conocerse la noticia de los despidos, las acciones de Macy’s bajaban un 4,20 % en la Bolsa de Nueva York. Desde principios de año, la firma ha perdido más del 60 % de su valor.