El país centroamericano volvió a superar los 500 contagios diarios justo un día antes de que arrancará la segunda fase de su apertura económica.
Por EFE
Los casos de COVID-19 en Honduras alcanzaron este domingo los 12.772 con 519 nuevos contagios en un día, lo que determinó que sus autoridades retrocedieran en la primera fase de la reactivación económica en la capital, mientras el presidente del país, Juan Orlando Hernández, llamó a la unidad para vencer la pandemia.
El país centroamericano volvió a superar los 500 contagios diarios justo un día antes de que arrancará la segunda fase de su apertura económica.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) indicó en cadena nacional de radio y televisión que en las últimas 24 horas se registraron en Honduras cinco decesos por COVID-19, tres de ellos en el departamento de Francisco Morazán, donde se localiza la capital, Tegucigalpa, con lo que la cifra de fallecimientos se elevó a 363.
Las hospitalizaciones suman 1.046, de las 326 corresponden a pacientes en condición grave y 49 en la unidad de cuidados intensivos (UCI), según el informe oficial.
El organismo hondureño enfatizó que, de 1.078 pruebas para diagnosticar la COVID-19 hechas por el Laboratorio Nacional de Virología, 519 resultaron positivas, por lo que los contagiados con la enfermedad ya suman 12.772.
El Sinager registró además 18 nuevos casos de pacientes recuperados, lo que elevó la cifra de curados a 1.293.
La falta de cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, el aumento de contagios y la saturación de la capacidad hospitalaria obligó a las autoridades a retroceder en la reactivación económica en el Distrito Central, que conforman Tegucigalpa y Comayagüela, indicó la Secretaría de Seguridad.
Francisco Morazán es la segunda región hondureña más afectada por el nuevo coronavirus con 4.575 casos y 79 decesos desde marzo pasado, detrás del departamento de Cortés.
PRESIDENTE HONDUREÑO LLAMA A LA UNIDAD
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ingresado en un hospital militar tras confirmarse que dio positivo de COVID-19, lo mismo que su esposa, Ana García, emplazó hoy a los políticos y a toda la sociedad a unirse para afrontar la emergencia sanitaria.
«Peleamos la más dura de las batallas, hoy estamos luchando con todo para sobrepasar este duro momento, quizás el más difícil que nuestro país ha tenido que enfrentar en los últimos cien años, en los que la vida propia y la de los que más queremos está en juego», dijo Hernández en un audio divulgado por la Presidencia hondureña.
El gobernante, quien atiende sus deberes desde el hospital mediante teletrabajo, dijo que le «duele profundamente cada familia que pierde a diario a un ser querido frente al COVID-19».
«No hay palabras que puedan describir el dolor que sufren y no hay palabras que puedan dar tranquilidad al compatriota que hoy está contagiado, al que está enfermo, sufriendo, a sus familias, al temor de millones de hondureños que sienten que la enfermedad está cerca y nos rodea cada día más», subrayó.
Sin embargo, dijo estar convencido de que «la mano de Dios, con nuestra fe puesta en él, nos sacará adelante frente a esta pandemia».
«Hoy desde la cama de un hospital les digo: esta guerra solo la ganamos unidos, sin descanso, apoyando con nuestro cuidado personal a los médicos, y a todo el personal de salud que son los que están en primera línea frente al COVID-19, al igual que policías, militares, bomberos y cuerpos de socorros», añadió.
CONTAGIOS AUMENTARON CON REAPERTURA ECONÓMICA
Hernández reconoció que la «reapertura inteligente», que arrancó el 8 de junio, aumentó el número de contagios, aunque destacó que su país se ha «preparado con medicamentos que han indicado los médicos»».
El Gobierno hondureño también ha «montado brigadas que van cercando la enfermedad y así evitar que se presione más a los hospitales, aumentando la capacidad de camas y atención en todo el país, abastecimiento de equipo biomédico, oxígeno a hospitales y centros de salud, a pesar de enfrentar una enorme escasez mundial y regional», explicó.
El gobernante dijo que «no es tiempo de esconder la cabeza, no es tiempo de hacer política de una crisis que nos afecta a todos. Es tiempo de unidad, tiempo de trabajo en equipo, de soluciones. Estoy seguro que lo vamos a vencer, lo vamos a lograr, aunque algunos aseguran que no lo lograremos, yo estoy convencido que sí».
En unos años, agregó, «recordaremos a todas las víctimas, a todos los héroes y nos veremos cómo sobrevivientes de una de las más duras pruebas que la humanidad ha enfrentado».
«Fuerza Honduras, de esta salimos juntos y más unidos que nunca», proclamó el presidente hondureño.