La analítica de datos se posiciona como una herramienta estratégica para revertir esta tendencia y fortalecer la retención académica.
Por Revista Summa
La deserción estudiantil en las instituciones de enseñanza superior ha ido en auge, se estima que aproximadamente más del 30% de alumnos no concluyen su carrera, según datos de la UNESCO. Esta situación no solo se traduce en pérdidas económicas para las instituciones educativas, sino también se convierte en una afectación directa a la productividad y competitividad de los países.
A lo largo de los años, distintas instituciones han implementado estrategias para fomentar la permanencia estudiantil: tutorías, cambios curriculares, incentivos económicos. Sin embargo, muchas de estas iniciativas no han logrado el impacto esperado.
Los expertos coinciden en que una de las claves para evitar esto, está en fomentar un sentido de pertenencia desde el inicio del ciclo universitario. “Esto ubica a la enseñanza de alta calidad centrada en el alumno y a la pedagogía en el corazón del éxito y la retención efectiva de estudiantes”, explican desde Deloitte en uno de sus informes globales sobre educación superior.
En este contexto, la analítica de datos se posiciona como una herramienta estratégica para revertir esta tendencia y fortalecer la retención académica. SONDA, vio una oportunidad de accionar, desarrollando el proyecto “Smart Campus”, una solución que busca ofrecer una experiencia de estudio de calidad, mediante el uso de inteligencia artificial, analítica de datos, conectividad en tiempo real, información personalizada e integración con los sistemas académicos, proporcionando a las universidades datos clave para adoptar medidas que respondan a las necesidades de sus estudiantes, con foco en la retención.
La iniciativa también integra herramientas tecnológicas ya disponibles en las instituciones, como sistemas de control de acceso, aplicaciones web para estudiantes, profesores y administrativos, cámaras de seguridad, sistemas ERP y CRM, lo que permite la gestión y análisis de datos, tales como las tasas de asistencia, aprobación de créditos académicos, entre otras.
Según explica Carlos Hermosilla, Gerente Regional Desarrollo de Negocios en SONDA y líder del proyecto, “Smart Campus permite que las instituciones de educación puedan aprovechar la analítica con base a los datos de los diferentes sistemas, con el objetivo de mejorar la experiencia de los estudiantes, y optimizar la calidad y gestión académica. Además la iniciativa mejora la vinculación del estudiante con la institución, lo que impacta positivamente en su motivación y compromiso académico”.
El proyecto, que ya se encuentra implementado en instituciones de educación en Chile y México, y ha permitido obtener los primeros beneficios asociados a la experiencia del estudiante, reduciendo los índices de deserción en los primeros semestres de su implementación. SONDA está expandiendo esta solución a diversos países en Latinoamérica.“Las cifras muestran que un aumento del 10% en la asistencia a clases puede mejorar la retención estudiantil entre un 3% y un 4%. En este contexto, el sistema contribuye a evitar la deserción, ya que, a través de los datos que genera, las universidades pueden ofrecer servicios y programas especializados que fomentan el interés de los estudiantes por asistir a clases y continuar con su formación académica”, finalizó.