Los resultados del ERCE 2019 arrojaron también información sobre algunos factores que se asocian con los aprendizajes.
Por EFE
América Latina y el Caribe enfrentan una crisis en materia educativa, con sus estudiantes estancados en el aprendizaje desde 2013 y sin lograr, en un gran porcentaje, las competencias mínimas fundamentales en lectura y matemáticas.
Así lo revelaron este martes los resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019) de la Unesco, que contempla a 16 países de la región: Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Los datos del estudio, cuyo precedente se remonta a 2015, no evidenciaron mejoras significativas en el aprendizajes de los estudiantes, que incluso bajaron sus resultados entre 2013 y 2019, y además expusieron una grave insuficiencia en lectura y matemáticas de los alumnos de tercero y sexto grado de primaria.
En la materia de lectura del tercer grado de escolaridad, en promedio, el 44,3 % de los estudiantes se situó en el nivel más bajo de desempeño, y en matemáticas lo hizo el 47,7 %.
En sexto grado, en tanto, alcanzaron el nivel I de más bajo de desempeño solo el 23,3 % en lectura, el 49,2 % en matemáticas y el 37,7 % en Ciencias.
Los países que mostraron un alza de puntajes estadísticamente significativa, en todas las áreas evaluadas y para ambos grados, fueron Perú, Brasil y República Dominicana, de los que los dos primeros presentaron los avances más marcados.
Respecto a las diferencias de género, hay cinco países donde persisten las brechas a favor de los hombres en matemáticas (Argentina, Brasil, Costa Rica, Guatemala, Nicaragua) y es una tendencia en la región que las mujeres obtengan mejores resultados en lectura.
Se observó además que, en ciencias, en siete de los 16 países participantes (Cuba, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) se detectaron brechas de género a favor de las niñas.
«Los datos del ERCE 2019 nos indican que, justo antes de la pandemia, la región se encontraba, en promedio, prácticamente estancada en bajos niveles de logro en aquellas competencias que constituyen los cimientos para poder seguir aprendiendo», explicó explicó Claudia Uribe, directora de la Oficina Regional de la Unesco, con sede en Santiago.
«Esto habla de una generación entera en riesgo de no poder desarrollar su pleno potencial. Es por esto que las medidas y reformas educativas para mejorar los aprendizajes desde los años más tempranos de escolaridad no pueden esperar y deben ser priorizadas», agregó la autoridad, según recogió un comunicado.
A MAYOR NIVEL SOCIOECONÓMICO, MEJORES LOGROS
Los resultados del ERCE 2019 arrojaron también información sobre algunos factores que se asocian con los aprendizajes, como que entre el 40 % y el 50 % de las diferencias entre los estudiantes se pueden atribuir a las características del establecimiento al que asisten.
Así, el estudio reveló que a mayor nivel socioeconómico de las escuelas mayores fueron los logros de sus estudiantes, «lo cual es un indicador de que estas no están cumpliendo un rol de igualar oportunidades», según la Unesco.
El organismo también alertó sobre las desventajas sistemáticas que tienen los estudiantes de pueblos originarios en cuanto a sus desempeños, que pueden llegar a materializarse en una brecha de hasta 100 puntos en esta evaluación.
«Necesitamos volcar nuestra atención hacia los aprendizajes fundamentales y contar con un plan para fortalecerlos. Solo así podremos avanzar como región en hacer efectivo el derecho a una educación de calidad sin dejar a nadie atrás», dijo Uribe.
«Hacemos una invitación a todos los países a que, junto con la Unesco, establezcamos de manera urgente una agenda amplia e incluyente que posibilite que todos los niños y niñas de nuestra región adquieran los aprendizajes fundamentales para seguir aprendiendo», concluyó.
El ERCE 2019 es el cuarto estudio que realiza el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la Unesco desde que inició labores, en 1995.
En su aplicación, efectuada en 2019, antes de la pandemia, participaron más de 160.000 niños de la región que se encontraban cursando tercero y sexto grado de primaria, y se evaluó su desempeño en las áreas de lectura, escritura, matemáticas y ciencias.