La empresa de telefonía America Móvil, que opera bajo la marca Claro, estaba interesada en la compra, sin embargo la Superintendencia de Competencia condicionó en agosto pasado.
Por El Salvador
Telefónica y América Móvil, propietaria de la marca Claro en el país, desistieron del acuerdo de venta de la filial de Telefónica en El Salvador, tras las condiciones del regulación que estableció hace unas semanas la Superintendencia de Competencia.
Según confirmaron medios mexicanos y españoles, ambas empresas de telefonía llegaron a un común acuerdo de dejar sin efecto la operación financiera tras no estar de acuerdo con las condiciones impuestas por el regulador.
La Superintendencia de Competencia señaló que la adquisición produciría limitaciones a la competencia en los mercados de telefonía móvil, fija y servicios de conectividad empresarial en el país.
La entidad decidió imponer un conjunto de condiciones para remediar los daños, que incluían medidas de ejecución previa al cierre de la transacción (ex ante) y una serie de obligaciones posteriores (ex post) con el fin de contrarrestar dichas limitaciones.
La empresa compradora debía renunciar de manera pura, simple e irrevocable ante la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) al derecho de explotación de 25 MHz de espectro radioeléctrico con cobertura nacional en la banda de 850 MHz y de 30 MHz de espectro radioeléctrico con cobertura nacional en la banda de 1900 MHz, actualmente bajo titularidad de Telefónica Móviles El Salvador, S.A. de C.V.
A raíz de dichos condicionamiento la española y América Móvil decidieron dejar sin efecto el acuerdo de compra del 99.3% de Telefónica Móviles El Salvador tras “un análisis detallado por ambas partes de las condiciones establecidas por la Superintendencia de Competencia para la obtención de la correspondiente aprobación regulatoria, en su reciente resolución sobre la transacción propuesta”, afirma la compañía en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El organismo regulador de El Salvador consideró “inadmisible” la oferta de compra presentada por América Móvil por la filial aludiendo a su rol de “promover, proteger y garantizar la competencia en pro de la eficiencia económica y el beneficio de los consumidores”.
Telefónica había acordado la venta del 99.3% de las acciones de su filial en El Salvador a America Movil en enero de 2019. La operación involucraba también su negocio en Guatemala, que en principio sigue en vigor.
Ambas partes habían pactado un precio de $342 millones, por el que la empresa española se apuntaba $42 millones en plusvalías.
Otra de las condiciones de la Superintendencia eran suspender en todos los contratos (pospago o corporativo) de usuarios de Claro y Movistar vigentes a la fecha de la realización de la operación, cualquier tipo de cláusula que penalice la terminación anticipada de tales contratos, con el fin de que aquellos usuarios que deseen rescindirlos puedan hacerlo.
Además pedía publicar información suficiente acerca de la operación que se realizaría.