Turismo y viajes sufren caída; servicios basados en conocimiento demuestran resiliencia.
Por Revista Summa
Las exportaciones de América Latina y el Caribe aumentaron el 31,2 % en el primer semestre de 2021, impulsadas por el dinamismo de la demanda externa, el levantamiento de las restricciones a la movilidad y el avance de las campañas de vacunación contra el COVID-19, según un nuevo reporte del Banco Interamericano de Desarrollo.
Con este repunte, las ventas externas de bienes de la región se ubicaron 11 % por encima del mismo período de 2019, tras haber caído un 9,2 % en 2020 como consecuencia de la crisis económica causada por la pandemia.
En contraste, las exportaciones de servicios registraron una caída del 33,8 % tras reportar una contracción del 38,5 % en 2020. Los rubros más tradicionales como viajes y transporte fueron los más afectados, mientras que los servicios intensivos en conocimiento fueron más resilientes.
Según el informe anual Monitor de Comercio e Integración, que analiza las tendencias en los flujos comerciales de América Latina y el Caribe hasta el primer semestre de 2021, las proyecciones para el resto del año indican la continuidad de la tendencia alcista de los envíos de la región, pese a que se observan algunas señales de desaceleración.
“Para América Latina y el Caribe es crucial importar crecimiento económico desde el resto del mundo a través del comercio internacional. La desaceleración del aumento de las exportaciones indica que para reactivar un ciclo de crecimiento sostenido e inclusivo es imprescindible poner la competitividad externa en el centro de las agendas de desarrollo de los países de la región”, señaló Paolo Giordano, Economista Principal del Sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del informe.
La recuperación comercial estuvo impulsada principalmente por el aumento de los precios (17,6 por ciento) y, en menor medida, de las cantidades (11,5 %). El volumen de los envíos externos aún no ha alcanzado los niveles anteriores a la pandemia.
El informe destaca que, si bien los envíos a América del Norte y Asia contribuyeron en mayor medida a la expansión comercial de la región, la recuperación de las ventas intrarregionales (36,9 por ciento) fue más dinámica que la de las extrarregionales (30,4 por ciento). La participación del comercio intrarregional aumentó 0,5 puntos porcentuales, para ubicarse en el 13,5 por ciento del total del comercio de la región.
El aumento de los precios de exportación de la región aportó casi el 60 por ciento de la expansión interanual de las ventas externas. Este impulso refleja la dinámica de los precios de los principales bienes exportados por la región: el petróleo en 57,7 por ciento, el cobre en 65,6 por ciento, el mineral de hierro en 104,4 por ciento, la soja en 65,7 por ciento, el café en 21,1 por ciento y el azúcar en 34,4 por ciento.
En términos de subregiones, las exportaciones de bienes aumentaron el 29,4 por ciento para Mesoamérica, el 32,9 por ciento para Sudamérica y el 31,9 por ciento para una maestra de países del Caribe.
Por su parte, las importaciones de la región recobraron dinamismo, al aumentar el 31,5 por ciento.
Para el estudio, se desarrolló un nuevo indicador que monitorea los avances de la integración regional latinoamericana, el cual hace evidente la necesidad de aumentar la efectividad de los instrumentos de integración. En términos comparativos, el indicador de América Latina y el Caribe se ubica en valores inferiores a los de Asia y Europa, y no avanzó significativamente en la última década.
El informe concluye que para que el sector externo siga sosteniendo el crecimiento económico y el progreso social, los países de la región deben avanzar en las asignaturas pendientes para la competitividad externa, adaptarse al nuevo rumbo de las cadenas globales de abastecimiento, potenciar los mecanismos de cooperación internacional e integración regional, e impulsar las políticas complementarias para mejorar la productividad, entre otros.