Con la investigación periodística de los papeles de Pandora, el Gobierno panameño intentó frenar las posibles consecuencias negativas sobre la reputación del país.
Por EFE
Alcogal, el despacho panameño protagonista de los papeles de Pandora, anunció este martes que ha creado un departamento de transparencia con la finalidad de reforzar sus obligaciones en la materia y su compromiso con una normativa aprobada recientemente por el Gobierno Nacional.
La idea de crear la posición de Director de Transparencia (Chief Transparency Officer, en inglés) se motiva en el «compromiso de transparencia» de la firma Alemán, Cordero, Galindo y Lee (Alcogal), señaló un comunicado de la empresa de abogados.
El bufete añadió que la decisión se fundamente también en la reciente aprobación de la Ley 254 de 2021 de transparencia fiscal internacional y de prevención del blanqueo de capitales, del financiamiento del terrorismo y de la proliferación de armas de destrucción masiva.
«La mejor defensa de nuestro sector es la transparencia, por eso apoyamos frontalmente las exigencias aprobadas en la Ley 254», dijo Jaime Alemán, socio fundador de Alcogal.
Alemán manifestó que la nueva normativa «es una oportunidad para reforzar las políticas de transparencia y de cumplimiento», y que en razón de ello crearon la posición de Director de Transparencia».
La nueva Ley impone medidas más exigentes y la posición creada en Alcogal velará para que los Registros Contables y el Sistema Único de Beneficiarios Finales se mantengan debidamente actualizados, para hacer más efectiva la colaboración de la firma con las autoridades competentes, afirmó el administrador del bufete de abogados, Arturo Gerbaud.
La firma de abogados Alcogal es la protagonista de los papeles de Pandora, el informe periodístico publicado el 3 de octubre pasado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y sus medios asociados en todo el mundo.
El ICIJ calificó a Alcogal como «un imán para los ricos y poderosos (…) que buscan ocultar riqueza en el extranjero», y que casi la mitad de los políticos cuyos nombres aparecen» en los papales de Pandora «estaban vinculados» al bufete, que «actuó como intermediario corporativo para más de 160 políticos y funcionarios públicos, según muestran los registros».
Un análisis de ICIJ de los registros de los papeles de Pandora «encontró que a raíz de las revelaciones» en 2016 de los entonces llamados papales de Panamá, la filtración de millones de documentos del bufete panameño Mossack Fonseca, ya extinto, «al menos 113 empresas cambiaron su agente registrado de Mossack Fonseca a Alcogal», indicó el consorcio periodístico.
Alcogal calificó como «conjeturas, imprecisiones y falsedades» el informe publicado por el ICIJ, y mediante un comunicado aseguró que su «auditoría interna no encontró evidencia alguna de incumplimiento en ninguno de los casos mencionados» por Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
«Rechazamos de manera frontal las conjeturas e insinuaciones de faltas en cumplimiento regulatorio; por 35 años hemos estado sujetos a supervisiones de entes reguladores en distintas jurisdicciones, con resultados intachables», resaltó el bufete.
Con la investigación periodística de los papeles de Pandora, el Gobierno panameño intentó frenar las posibles consecuencias negativas sobre la reputación del país, ya dañada por los papeles de Panamá, y este año presentó el Parlamento tres proyectos de ley para reforzar la lucha contra el blanqueo de capitales y ha reiterado su «compromiso» ante la UE para mejorar en transparencia.