La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reportó que a nivel mundial ha incrementado la cantidad de residuos domésticos generados en los hogares a raíz del confinamiento y el teletrabajo.
Por Revista Summa
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y demás organizaciones internacionales han reportado que el COVID-19 ha generado desafíos sin precedentes para la gestión de residuos a nivel mundial. Se reporta un incremento en la producción de residuos en los hogares y centros de atención a la salud, así como un mayor consumo de plástico de un solo uso.
Además, se ha evidenciado que el equipo de protección personal (mascarillas, guantes, etc.) es dispuesto de maneras incorrectas, generando contaminación de los suelos, ríos y mares. Una correcta gestión de los residuos sólidos, infecto-contagiosos y otros peligrosos, es clave para evitar riesgos a la salud humana y al medio ambiente.
Con ello se desprende que es esencial el cumplimiento de la regulación aplicable en la materia de gestión de residuos. El incumplimiento de estas obligaciones podría acarrear sanciones para las organizaciones y compañías de carácter administrativo, que podrían incluir la suspensión o cancelación de permisos de operación, implementación de medidas cautelares y multas de hasta 200 salarios base; todo esto dependiendo del tipo de infracción cometida. Las autoridades competentes ordenarán la reparación, compensación o mitigación del daño ambiental.
Según Luciana Pineda, especialista en derecho ambiental y directora del Departamento Ambiental de Nassar Abogados, en el caso de Costa Rica, los centros de trabajo y establecimientos deben de preparar un Programa de Manejo Integral de Residuos (PMIT) que cumpla con los requerimientos establecidos en el Reglamento a la Ley de Gestión Integral de Residuos y cualquier normativa de carácter especial aplicable a la actividad. Por ejemplo, en el caso de los establecimientos de la salud, deberá también observarse lo indicado en el Reglamento sobre la gestión de los desechos infecto-contagiosos que se generan en establecimientos que prestan atención a la salud y afines.
Adicionalmente, ante la emergencia vivida por el COVID-19 se deben de acatar los lineamientos nacionales para la vigilancia de la infección por coronavirus emitidos por el Ministerio de Salud y los Protocolos Sectoriales preparados para la reactivación y continuidad de los sectores, en lo que respecta a la gestión de residuos. Pineda recomienda actualizar los PMIR para incorporar dichos lineamientos según corresponda a cada actividad o establecimiento. Por último, es importante verificar el equipo de protección personal recomendable para el personal de limpieza según las labores específicas realizadas y capacitar a dicho personal sobre el uso correcto de este.
“En todo momento y aún más necesario en tiempos de pandemia, es fundamental aplicar los lineamientos y la normativa técnica aplicable al manejo de residuos ordinarios, residuos infecto-contagiosos y demás residuos peligrosos. Si se manejan residuos peligrosos, las empresas deben contar con la asesoría de un profesional responsable, normalmente un regente químico o ingeniero químico. El Ministerio de Salud ha señalado que es necesario continuar con las labores de separación de residuos en hogares, comercios, industrias y servicios”, indicó Pineda.
La especialista en derecho ambiental de Nassar Abogados enfatizó que los infractores a la normativa sobre gestión de residuos serán civil y solidariamente responsables por los daños y perjuicios causados contra el ambiente y la salud de las personas. Los titulares de las empresas o actividades donde se causen los daños responderán solidariamente. Dependiente del tipo de infracción, podría igualmente encontrarse la acción tipificada como un delito, pudiendo aplicar penas de prisión.
También, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reportó que a nivel mundial ha incrementado la cantidad de residuos domésticos generados en los hogares a raíz del confinamiento y el teletrabajo, especialmente un aumento en plástico de un solo uso proveniente de envío de productos a domicilio.
“Es importante convertirnos en consumidores conscientes, reducir la cantidad de residuos que se generan en el hogar, además de compostar los residuos orgánicos, reciclar (separar los residuos y entregarlos limpios y secos) y reutilizar dentro de lo posible”, concluyó Pineda.