Panamá, en agosto de 2022, recuperó 343 piezas de cerámica prehispánica procedentes de Países Bajos.
Por EFE
Panamá expuso este miércoles 13 piezas arqueológicas precolombinas provenientes de Canadá, marcando un momento «memorable» en el proceso de recuperación de parte del patrimonio cultural del país centroamericano en el extranjero, a la vez que impulsa la concienciación sobre la necesidad de protegerlo.
«No solamente es un momento memorable, sino que eleva los niveles de conciencia para compartir con la población de no tener miedo a nuestra identidad, de reconocernos, de que las piezas existen, que hay que protegerlas y que es un legado que dejaron aquellas personas que pasaron por este istmo», explicó a EFE la ministra de Cultura, Maruja Herrera.
Herrera, en representación del Gobierno panameño, fue la encargada de recibir las piezas, que posteriormente serán procesadas para su registro formal por el departamento de Patrimonio Cultural del ministerio, y tras finalizar este proceso la entidad determinará el lugar más adecuado para su conservación.
En la actualidad, Panamá continúa con el proceso de repatriación de 173 piezas de tipo monolito, cerámica, madera, chaquira, barro y mola, que se encuentran en Colombia, España y México, según informó el Ministerio de Cultura.
«Vamos a seguir trabajando arduamente en el Ministerio de Cultura para la recuperación de nuestras piezas que están en otros países», indicó a EFE la arqueóloga de la dirección Nacional de Patrimonio Cultural, Roxana Pino.
Panamá, en agosto de 2022, recuperó 343 piezas de cerámica prehispánica procedentes de Países Bajos, en la que en su momento se denominó como la «repatriación de riquezas arqueológicas más grande en la historia de Centroamérica».
Entre el 800 y 1.500 d.C.
Las piezas presentadas este miércoles, según el arqueólogo Carlos Fitzgerald, «pueden ser de occidente panameño» y las mismas pueden estar entre los años 800 y 1.500 después de Cristo.
«Por sus formas y estilo tienden a ser materiales del occidente de Panamá, del área lo que se llama el gran Chiriquí y posiblemente del borde entre esa sección y el centro de Panamá», comentó a EFE Fitzgerald, que ocupa el cargo de viceministro encargado de Asuntos Multilaterales y Cooperación, del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Fitzgerald reconoce que estas piezas arqueológicas salieron de Panamá «en una época en donde mucha gente exportaba estos materiales».
Sobre la manera de cómo volvieron las piezas a Panamá, Fitzgerald explicó a EFE que estas «fueron entregadas por un ciudadano canadiense a la representación diplomática de Panamá en Canadá, específicamente al consulado de Toronto, ellos notificaron e hicimos el proceso de repatriación».
Panamá es signataria de la Unesco sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y la transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales y suscribió la Convención de la Organización de Estados Americanos (OEA) en relación con la Protección del Patrimonio.