Los allanamientos y arrestos de opositores ocurren de forma periódica en Nicaragua desde el levantamiento contra Ortega de 2018.
Por EFE
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) y el observatorio Monitoreo Azul y Blanco denunciaron este martes nuevos allanamientos contra opositores, a pocos días de que se cumpla el cuarto aniversario de las protestas masivas que hicieron tambalear al gobierno de Daniel Ortega en 2018.
“A pocos días de que se cumplan cuatro años del estallido social en Nicaragua, el régimen ORMU (Ortega Murillo) incrementa la represión contra familiares de víctimas”, informó el Cenidh en sus redes sociales.
Por su parte, Monitoreo Azul y Blanco se refirió a “un incremento de la represión relacionado con la cercanía del 18 y 19 de abril”.
“El día de hoy hemos registrado ya varias detenciones, amenazas y allanamientos de parte de la Policía Nacional”, señaló el observatorio.
Miembros de diversos grupos opositores informaron de al menos cuatro allanamientos contra disidentes y familiares de manifestantes que perdieron la vida en los ataques armados del Gobierno contra las protestas de 2018.
Según el Cenidh, unos 50 agentes de la Policía Nacional, algunos de civil, allanaron la vivienda en la ciudad de Masaya (Pacífico) del manifestante Darwin Potosme, quien murió en los ataques de 2018, donde había 11 personas, incluyendo un niño y un familiar de la tercera edad.
“Fueron 30 minutos de allanamiento y amenazas verbales por parte de la Policía a la familia”, señaló el Cenidh.
“Cenidh condena este abuso policial contra la familia Potosme y recuerda al régimen que es derecho de los nicaragüenses conmemorar a sus familiares muertos. Exigimos cese la represión y les respeten la integridad física y psicológica”, agregó.
También se informó de la detención de al menos tres músicos y productores musicales, relacionados con la banda rock alternativo Monroy & Surmenage, así como personal de las empresas Saxo Producciones y La Antesala.
La última ola de allanamientos y arrestos fue reportada entre junio y noviembre de 2021, que llevó a prisión a siete personas que aspiraban a la Presidencia en los comicios en los que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
El pasado día 5 Murillo afirmó que las manifestaciones contra Ortega “no volverán jamás”.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), los ataques armados contra las manifestaciones de 2018 dejaron al menos 355 muertos y miles de personas arrestadas, de las cuales, 181 continúan en prisión, incluyendo siete exaspirantes a la Presidencia, así como más de 100.000 nicaragüenses en el exilio.