El dominio de la tecnología, en sí mismo, no es suficiente, sino que se deberá fomentar también el desarrollo de habilidades, como la curiosidad, disciplina, resiliencia, capacidad de liderazgo, y resolución de problemas.
Por Revista Summa
Los cambios constantes de los mercados han provocado que las empresas, en los últimos años, tengan la necesidad de buscar perfiles diferentes a los que tradicionalmente contrataban para sus puestos de trabajo. No obstante, en ocasiones no es tan sencillo para las empresas encontrar el talento que requieren según esas necesidades.
Una muestra de ello, es el Reporte de Trabajos del Futuro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)[1]. Este indica que América Latina tiene una de las mayores brechas de habilidades en el mundo. Específicamente, el informe menciona que cerca del 40% de las organizaciones en América Latina reportan tener problemas para cubrir sus vacantes. Además de que casi el 70% no cuentan con los candidatos adecuados para cubrir esos puestos.
Para Karla Sánchez, Gerente Senior Regional de Admisiones de INCAE Businees School, esta situación pone en perspectiva otra situación específica en la región: la aparición de las llamadas “carreras o profesionales del futuro”, para formar a los nuevos profesionales que el mercado requiere.
En este sentido, para la especialista, los cambios en los factores sociales y económicos, así como la necesidad entre las empresas de competir y prevalecer en el mercado a través de una mayor eficiencia en costos con el traslado de sus operaciones a países de la región, fomentan la transformación y fortalecimiento de la formación académica que se imparte, para desarrollar mano de obra altamente calificada.
“Existen diversas razones por las cuales las profesiones evolucionan. Una de ellas es la mayor incorporación de tecnología por parte de las empresas en sus operaciones, lo que a su vez lleva a una mayor digitalización de sus procesos y funciones. Otra radica en el rápido ritmo con el que se generan cambios en los distintos ámbitos”, mencionó Sánchez.
Carreras del futuro
Pero ¿cuáles son estas carreras del futuro? Para Sánchez, son cinco las que tomarán mayor auge entre las empresas y profesionales en los próximos años. Estas son:
1) Administración de empresas con una visión de desarrollo de negocios. El profesional que identifica las oportunidades, sabe cómo gestionar proyectos, recursos, cómo liderar innovación y cambios.
2) Profesionales del mercadeo digital. Especialistas en establecer comunicación y conexión genuina con los clientes potenciales, que son capaces de crear experiencias y generar interés en el momento y los medios adecuados.
3) Ingenierías enfocadas en desarrollo, programación, analítica de datos. Profesionales que pueden brindar información clave a las organizaciones, así como crear soluciones que faciliten el contacto en toda la cadena de valor de las compañías.
4) Profesionales de la salud. Auge en salud mental gracias al alcance de contenido que ha normalizado hablar sobre temas que antes eran tabú en nuestra sociedad.
5) Otras especialidades como inteligencia artificial y ciberseguridad.
“El dominio de la tecnología, en sí mismo, no es suficiente. Por ejemplo, tenemos a los grandes ‘ganadores’ durante la pandemia. Empresas como Meta (anteriormente Facebook) que en los últimos meses ha tenido que dejar ir a más de 10,000 personas porque sus líderes estratégicos sobredimensionan la necesidad de personal durante el auge de la pandemia y el pico de demanda de los servicios ofrecidos por estas plataformas. Las carreras del futuro, además, deben fomentar el desarrollo de habilidades como la curiosidad, disciplina, resiliencia, capacidad de liderazgo. Así como la resolución de problemas. Estas son habilidades sobre todo blandas que mantendrán al profesional a flote”, afirmó Sánchez.
Para el desarrollo de estas carreras, la Gerente Senior Regional de Admisiones de INCAE Businees School, resaltó un reto que existe actualmente. Este radica en las mismas universidades, ya que, “estas deben de estar atentas a sus contenidos, malla curricular actual vs. relevante, y en cómo permear en sus estudiantes competencias claves para el mercado laboral actual”, dijo.
Como ejemplo, agregó que, en el caso de INCAE Business School, esta ha venido trabajando en la revisión y cambios de pénsum en las maestrías, en busca de formar a líderes que necesitan entender las mejores prácticas vigentes.
“Para formar a nuestros estudiantes en las nuevas necesidades del mercado, desarrollamos una nueva Maestría en Analítica, Innovación y Tecnología. Esta justo responde a ese balance que se requiere en los profesionales: habilidades de gestión estratégica en los negocios con un buen nivel de conocimiento en las tendencias actuales. Adicionalmente esta maestría no requiere previa experiencia en programación, análisis de datos, transformación digital o negocios. Sino que busca profesionales curiosos con alto sentido de compromiso y competitividad, puesto que nuestras maestrías son altamente exigentes con una metodología inmersiva”, señaló Sánchez.
La experta de INCAE añadió que, adicionalmente, hay dos elementos que el contexto actual obliga a los profesionales y empleadores a desarrollar. El primero es para los profesionales. Se trata de construir una red de contactos fuerte.
“Al menos un 70% de las vacantes laborales, sobre todo de mandos altos y cargos estratégicos, no se hacen públicas, sino que se gestionan en círculos internos. Por eso no sólo es importante mantenernos al día en las competencias claves de nuestros tiempos, sino también fomentar una red de contactos sólida en el campo laboral. Que las personas claves te tengan en su mente cuando se requiera de nuevo talento en las organizaciones en donde se desempeñan. En INCAE creemos que tenemos esa sólida red de contactos con profesionales exitosos que tienen trayectorias interesantes dentro de la región”, resaltó Sánchez.
El segundo elemento es para los empleadores. Su reto, dijo la experta, está en cómo retener al talento clave, lo cual no tiene una sola respuesta. Esto porque no sólo se trata de brindar estabilidad laboral y buenos salarios, sino de lograr entender qué les motiva a las generaciones que se tienen dentro de la organización. “Por ejemplo, la flexibilidad, modalidades de trabajo mixta, reconocimiento y formación, entre otros. Esto podrá diferenciar a las empresas como empleadores”, concluyó Sánchez.