La tecnología es la puerta de entrada a la economía digital que ofrece grandes beneficios.
Por Revista Summa
Realizar pagos es una acción cotidiana, tan común como encender una luz o abrir una aplicación en el teléfono. Detrás de esa simplicidad hay una gran evolución tecnológica que ha transformado la manera en que las personas interactúan con los sistemas de pago.
Lo sorprendente es cómo esta transformación ocurrió en tan pocos años: lo que hoy se resuelve en segundos, antes era un proceso lento. Autorizar una compra con tarjeta de crédito podía requerir una llamada telefónica, una escena inimaginable en la actualidad, cuando en solo instantes es posible adquirir productos y servicios a través de canales digitales que hacen del pago un paso casi imperceptible.
Esa evolución no solo simplificó el uso de las tarjetas, también abrió la puerta a nuevas formas de transacciones digitales. Entre estas el código QR, instrumento que se ha consolidado como una de las soluciones más efectivas y accesibles. Su atractivo radica en la facilidad: basta con escanear y confirmar para completar una compra en segundos.
En América Latina, los pagos con códigos QR se han convertido en uno de los métodos digitales de mayor crecimiento. Países como Brasil, Argentina y México han mostrado una adopción masiva, consolidando a la región como uno de los mercados más dinámicos en esta forma de pago. Ese crecimiento sostenido refleja no solo el cambio de hábitos de consumo, sino también la confianza que los usuarios depositan en tecnologías digitales como los QR para simplificar su vida diaria.
La magia detrás de una transacción sencilla
Detrás de la simple acción de escanear un código QR existe una infraestructura tecnológica que asegura seguridad, interoperabilidad y velocidad. Empresas como BPC ponen su experiencia global al servicio de bancos, fintech y comercios a través de SmartVista, una plataforma que funciona como agregador y acepta cualquier tipo de código bajo estándares locales e internacionales.
Con dicha solución desde un vendedor ambulante hasta una gran cadena comercial pueden ofrecer pagos digitales de bajo costo con alta seguridad, sin necesidad de terminales tradicionales. Además, integra servicios de liquidación unificada, billeteras electrónicas, programas de lealtad y hasta microcréditos, convirtiendo al QR no solo en una alternativa al efectivo, sino en un habilitador de nuevas oportunidades de negocio.
“El QR no es solo un reemplazo del efectivo: es una puerta de entrada a la economía digital. En BPC trabajamos para que tanto una fintech como un pequeño comercio puedan ofrecer pagos seguros, rápidos y accesibles, sin barreras tecnológicas y con todo el respaldo de una infraestructura de nivel global”, señala Mariflor Alice Guier, regional director de Customer Engagement and Services de BPC.

