A los pasajeros que lleguen de los países Schengen ya no se les exige una cuarentena de catorce días.
Por EFE/ Fotografía CARLO COZZOLI
Tres meses después del cierre y de más de 33.500 fallecidos por el coronavirus, Italia da un paso más hacia la nueva normalidad con la reapertura de sus fronteras, al menos entre los países de la Unión Europea, y el fin de las restricciones de movimiento entre las regiones.
«Lo hemos conseguido gracias a los sacrificios que cada uno ha hecho», señaló el ministro de Asuntos Regionales, Francesco Boccia.
El titular de Exteriores, Luigi Di Maio, por su parte, aseguraba que «es un importante mensaje, reconfortante, el que Italia está mandando al mundo entero… el de un país que está volviendo a funcionar y a volver a la normalidad».
La llegada de esta nueva fase en la desescalada de Italia -el país que fue durante un tiempo el principal foco mundial del coronavirus y el primero que confinó a todo su territorio- se hace con todas las alarmas encendidas y sin bajar la guardia.
El virus sigue presente y aun ayer, martes, se registraron 55 muertos y más de 300 nuevos casos, y por ello la reapertura va acompañada de medidas de seguridad.
ACTIVIDAD Y MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LOS AEROPUERTOS
En el aeropuerto romano de Fiumicino se observaba bastante actividad. Para hoy había previstos cien vuelos, entre salidas y llegadas, de los cuales unos sesenta en rutas nacionales.
A los pasajeros que lleguen de los países Schengen ya no se les exige una cuarentena de catorce días, una medida que el Gobierno ha decidido implementar para salvar la temporada veraniega.
Medidores de temperatura, termo escáneres, mascarillas, grandes carteles pidiendo distancia, limpieza y desinfección de las cestas para controlar el equipaje de mano. Las medidas de seguridad que pueden verse en la terminal son un recuerdo de la pandemia que aún se vive.
Daniela, una pasajera colombiana que hacía cola para facturar comentó a Efe: «Hace menos de una semana nos confirmaron que se podía viajar y ya para el sábado teníamos asegurado el cupón».
Su compatriota, Diana, que va para Bogotá, también cuenta que reservó el vuelo hace una semana aproximadamente, cuando las primeras compañías comenzaron a poner billetes a la venta para junio, entre ellas Alitalia, que hoy reanudó sus conexiones con España.
«A partir de hoy el Gobierno italiano ha decidido eliminar algunas limitaciones verdaderamente importantes sobre la libertad de movimiento de las personas. Ya no se piden motivaciones específicas como las profesionales, de salud o de urgencia para moverse dentro del país y dentro de la Unión Europea», subraya Ivan Bassato, director de operaciones de Aeroporti di Roma.
«No tenemos muchos vuelos más respecto a los días anteriores pero vemos que hay más pasajeros porque evidentemente pueden moverse de forma más libre. Esperamos que durante el mes de junio se produzca un incremento progresivo, pero todavía estamos muy lejos de la situación anterior a la emergencia», agrega.
Si Fiumicino en junio del año pasado gestionaba casi mil vuelos al día durante el pico estival, con casi 150.000 pasajeros, «hoy probablemente tendremos unos 10.000 pasajeros», detalla.
SE REANUDAN LOS VIAJES ENTRE LAS REGIONES
Pero Italia también da otro paso hoy en su desescalada con la eliminación de las trabas para viajar entre regiones, aunque algunas, sobre todo del sur y las islas, han establecido reglas ante el temor que les produce la llegada de ciudadanos del norte, la parte del país más golpeada por el virus.
Hoy se registraba un aumento significativo en el número de pasajeros en las principales estaciones de trenes en Roma y Milán, ya que hasta ahora solo era posible viajar fuera de la región de residencia por motivos bien fundamentados de salud, trabajo o necesidad.
En Termini, la principal estación romana, la ministra de Transporte, Paola De Micheli, acudió para comprobar cómo se desarrollaba la llegada de trenes y la medición de la temperatura a los pasajeros.
«Viajo a Calabria para ayudar a mi madre, que está enferma. He tenido que esperar a hoy para poder verla, cuando ella ha estado a punto de morir estos últimos días. Calabria no permitía entrar si no era por razones de trabajo o salud personal», cuenta a Efe Domenica, reanimadora en el Policlínico de Pavía (Lombardía)
«Me sentía con las manos atadas por este decreto injusto, inhumano. Sentía rabia, estrés, porque venía de una experiencia de dos meses y medio de COVID, y porque trabajo de reanimadora», agrega.
Elisa, que viaja a Módena, cuenta: «prácticamente es la primera vez que salgo de casa. Lo llevo bien, tranquila, no he sentido tanta ansia».
Y Fausto, que viaja a Aprilia y ya ha viajado alguna vez durante este periodo señala que «hace un mes la estación estaba desierta, espectral, ahora vuelve casi a la normalidad».
Las regiones que así lo han querido han adoptado medidas para detectar posibles positivos. En Lazio, cuya capital es Roma, se mide la temperatura a todos los pasajeros, Cerdeña hará un registro obligatorio para quienes lleguen a la isla, en Campania, con capital en Nápoles, a los viajeros se les mide la temperatura y si es superior a 37,5 grados se les realizará una prueba rápida de Covid-19. En Apulia, quienes lleguen desde otras regiones o desde el extranjero deben informar del lugar de origen, donde se hospedan y apuntar durante 30 días la lista de los lugares visitados y sus contactos.
MATTARELLA CONDECORA A LOS «HÉROES» DEL CORONAVIRUS
También hoy, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, anunció la concesión de la Orden al Mérito de la República a 25 mujeres y 32 hombres que se han distinguido por actos de coraje en todo el país en la lucha contra la pandemia.
Entre los 57 nombres están los de Elena Pagliarini, enfermera de Cremona que se desplomó exhausta al final de un turno de trabajo y que fue infectada por el coronavirus; o la anestesióloga Annalisa Malara y la doctora Laura Ricevuti, las primeras que trataron al paciente 1 en Codogno.
También Alessandro Bellantoni, un taxista que ofreció gratis una carrera de 1.300 kilómetros para trasladar a una niña de tres años para un control oncológico.
O el de Mahmoud Lufti Ghuniem, el rider que se presentó en la Cruz Roja de Turín con mil mascarillas compradas por él.
Ricardo Emanuele Tiritiello, estudiante de Milán que con su padre y su abuelo cocinaron gratuitamente para médicos y sanitarios del hospital Sacco; Daniele La Spina, en representación de los jóvenes que llevaron productos de primera necesidad a ancianos solos de Turín; o Pietro Floreno, un enfermo desde hace más de diez años que puso a disposición para los enfermos de coronavirus su ventilador pulmonar de reserva. Son solo algunos de los gestos premiados.