Medida impacta al país, ya que se estima un menor crecimiento económico para el 2025, según informe de Deloitte.
Por Revista Summa
En abril de 2025, el gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) impuso aranceles adicionales a todas las importaciones que provienen de la mayoría de los países del mundo; una medida que ha transformado por completo el panorama del comercio internacional. Inicialmente, en abril de este año, a Costa Rica se le impuso una tasa del 10%, pero el 31 de julio la potencia norteamericana aumentó el tributo al 15%, la segunda mayor tasa arancelaria de Centroamérica.
La medida impacta al país, ya que se estima un menor crecimiento económico para el 2025, según señala el informe de Deloitte, Impacto de los aranceles en la economía de Costa Rica.
Ante este panorama comercial, la Firma realizó un análisis y comparó las implicaciones que tienen la tasas del 15% y 10% sobre la economía nacional; este informe se efectuó con el Deloitte Computable General Equilibrium Model.
Escenario base con arancel del 15%
Este escenario considera que los aranceles aplicados a Costa Rica y al resto del mundo se mantendrán vigentes durante el 2025 y los siguientes años, esto a pesar de la disputa legal que se lleva a cabo en los tribunales de EE.UU. y que actualmente está en proceso de deliberación.
Ahora bien, el incremento en la tasa impositiva produce un impacto al país, ya que para el 2025 el crecimiento económico sería de 3,56%, cuatro puntos base menos si se compara con el escenario con el arancel del 10% y donde el crecimiento sería de 3,60%. Aplicar un tributo del 15% a las exportaciones que van hacia EE.UU. también tiene repercusiones en el mediano plazo, ya que la producción nacional registraría un crecimiento promedio de 3,39% para el periodo de 2026 a 2029, dato que evidencia una desaceleración.
Respecto a las exportaciones se prevé un mayor impacto sobre las ventas de bienes agrícolas como piña, banano y café en el corto plazo; mientras que en el mediano plazo se anticipan efectos relevantes en los dispositivos médicos y los circuitos electrónicos.
En este complejo entorno comercial también se podrían dar oportunidades comerciales, si se mantienen las tasas arancelarias más elevadas para China y otros países asiáticos, ya que los inversionistas podrían hacer nearshoring hacia Costa Rica en el mediano plazo, lo que mejoraría las perspectivas económicas del país.
Escenario optimista con arancel del 10%
En este escenario se plantea la posibilidad de alcanzar acuerdos que permitan regresar a la tasa arancelaria del 10%, lo que permitiría estar en igualdad de condiciones con la mayoría de los países de la región (excepto Nicaragua que tiene una tasa del 18%) y seguir siendo una nación atractiva para los inversionistas.
La disminución de los aranceles contribuiría a mitigar el impacto económico, lo que facilitaría una recuperación gradual de las exportaciones y promovería una mayor integración de Costa Rica en las cadenas globales de valor. Además, un menor costo arancelario representaría un estímulo para la producción y el empleo, al mejorar la rentabilidad de sectores estratégicos de la economía costarricense.
Impacto de medidas proteccionistas
Ante la aplicación de los tributos adicionales, Deloitte analizó qué país resultaría más perjudicado con esta medida ¿Costa Rica o EE.UU.? Para responder la pregunta se consideraron los pronósticos que existían antes del anuncio de las medidas arancelarias y se compararon con los resultados del escenario donde las tasas arancelarias son del 10%.
Tras hacer el análisis comparativo se determinó que la potencia norteamericana enfrentaría una mayor afectación al aplicar una tarifa del 10% a Costa Rica, ya que perdería más de un punto porcentual de PIB acumulado al 2029 (-1,3%), en comparación con un escenario sin aranceles (donde la tasa del PIB acumulado era del 0%). Consultar gráfico abajo o página 06 del estudio.
Por su parte, manteniendo la tasa del 10% Costa Rica recuperaría lo perdido en 2027, eso sí, bajo el supuesto de que EE.UU. mantiene altos aranceles a China y a otros países asiáticos, lo que favorecería su competitividad arancelaria y el atractivo para el nearshoring; el análisis señala que para ese año el PIB acumulado de Costa Rica sería de 0,04%.
Tras el análisis se determina que EE.UU. sería el país más afectado al mantener aranceles elevados a Costa Rica (y a otras naciones); este panorama refleja la interdependencia comercial y el impacto negativo que tienen las medidas proteccionistas.
