En lo que va de 2021, unas 55.000 personas que viajan hacia Norteamérica han entrado a Panamá.
Por EFE
Panamá y Colombia anunciaron este miércoles que establecieron una cuota diaria de 650 migrantes hasta finales de este mes y otra de 500 diarios a partir de septiembre, para cruzar por la peligrosa frontera del Darién.
«Las cuotas que se establecieron con Colombia son, mientras tengamos la crisis de los 15.000 hacinados en Necoclí (Colombia), vamos a recibir hasta finales de este mes 650 personas por día», dijo la directora de Migración de Panamá, Samira Gozaine.
Gozaine añadió que a partir del primero de septiembre la cuota diaria se reducirá hasta 500 migrantes por día «de martes a sábado».
Este acuerdo con Colombia «es muy positivo, porque Panamá inclusive hay días que estaba recibiendo hasta 1.500 migrantes, 2.000 migrantes, hubo una semana que recibimos 10.000 migrantes, inclusive los domingos», explicó la directora de la oficina de Migración panameña.
En lo que va de 2021, unas 55.000 personas que viajan hacia Norteamérica han entrado a Panamá, lo que presenta el 33 % de la migración que ha entrado a Panamá desde 2013, según cifras reveladas este miércoles por Gozaine.
Según datos oficiales panameños difundidos el viernes pasado, al menos 49.000 migrantes, la mayoría de nacionalidad haitiana y cubana, han llegado a Panamá en su viaje hacia Norteamérica.
Panamá y Colombia acordaron el pasado viernes aplicar un esquema de flujo controlado de los migrantes que viajan masivamente hacia Norteamérica, y el lunes acordaron una cuota, cuya cifra fue revelada hoy, tras una reunión virtual con los cancilleres de Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador y México y representantes de Perú, Estados Unidos y Canadá.
La canciller de Panamá, Erika Mouynes, detalló por su parte que «los números establecidos» con Colombia «serán homologados por el lado costarricense», es decir, la frontera norte panameña.
En 2016, la aglomeración de miles de cubanos en la frontera entre Panamá y Costa Rica generó una crisis humanitaria y llevó a los dos países a establecer un plan de flujo controlado, que del lado panameño incluye atención sanitaria, alimenticia y registros biométricos.
PRIMER PASO EN BUSCA DE UNA SOLUCIÓN REGIONAL INTEGRAL
La reunión ministerial de este miércoles, convocada con «compromiso real de buscar una solución integral y oportuna es un primer ejercicio, un primer paso importante», dijo Mouynes en una conferencia tras este encuentro virtual .
«Dentro de las conclusiones se acordó hacer un equipo de trabajo en varias líneas, específicamente las direcciones de Migración, se presentaron propuestas concretas para cada uno de los temas que se abordaron», detalló.
Mounyes subrayó que «el fenómeno de la migración no lo podemos detener, pero sí podemos garantizar que tenga un paso seguro, controlado», y con una «disposición de todos» los países involucrados «de poder atenderlos de una forma conjunta».
Sobre establecer una posible vía marítima o de otra naturaleza para evitar que los migrantes crucen la selva del Darién, la canciller afirmó que «es uno de los objetivos que se están buscando», y que «los equipos ahora han quedado en estudiar todo: desde dónde salen hasta dónde están siendo recibidos».
La canciller panameña agregó que «por primera vez, ahora que vamos a tener información en el momento y número que llegan, podemos implementar nuevos mecanismos e incluso ir a buscarlos y recibirlos».
El tapón del Darién, utilizado cada año por miles de migrantes procedentes de todo el mundo en su tránsito hacia Norteamérica, es considerada de una las rutas más peligrosas del mundo, tanto por sus características naturales como por la presencia de grupos criminales.