El presidente ejecutivo reiteró, además, que la empresa tiene el objetivo de producir 600.000 vehículos eléctricos anuales hasta finales de 2023.
Por EFE
El fabricante automovilístico Ford lanzó este lunes la producción de vehículos eléctricos en Europa con la inauguración de una planta en Colonia (oeste de Alemania) que, según dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, supone «el inicio de una nueva era».
«Aquí empieza el futuro», declaró Scholz, durante la ceremonia de inauguración, en la que destacó el carácter existencial de la lucha contra el cambio climático y recordó el objetivo de que Alemania sea climáticamente neutral en 2045.
El canciller subrayó, además, que para poder entrar de lleno en la «era de movilidad eléctrica», desde la política es necesario impulsar el desarrollo de la infraestructura de carga de los vehículos eléctricos, así como la construcción de fábricas que se dediquen a la producción de componentes, en particular baterías.
«Juntos forjaremos un futuro más sostenible para todo el planeta», declaró, por su parte, Bill Ford, el presidente ejecutivo de la compañía estadounidense, que destacó que en la planta de Colonia se fabricará «el primer vehículo eléctrico Ford producido en Europa para clientes europeos».
En la que será la primera fábrica de Ford neutral en emisiones en todo el mundo, se producirá primero un nuevo modelo de Ford Explorer eléctrico, señaló, e indicó que la estrategia de la empresa pasa ahora por electrificar algunos de sus modelos «más exitosos», como el Mustang.
«Nunca he sido más optimista acerca del futuro de nuestra compañía», continuó el bisnieto del fundador, que recordó que la empresa cumplirá esta semana 120 años y que, mientras que otros fabricantes estadounidenses abandonan Europa, Ford ha tomado la decisión contraria.
El presidente ejecutivo reiteró, además, que la empresa tiene el objetivo de producir 600.000 vehículos eléctricos anuales hasta finales de 2023 y dos millones hasta 2026, así como alcanzar la neutralidad en emisiones en 2050.
La remodelación de la planta de Colonia, donde se fabricaba el Ford Fiesta desde 1976, ha costado aproximadamente 2.000 millones de dólares (1.850 millones de euros).