Antes del shock por la pandemia, Moody’s calculaba que la deuda de Panamá se estabilizaría en torno al 45 % hacia 2021.
Por EFE/ Fotografía Carlos Lemos
La economía de Panamá se contraerá al menos un 4 % del producto interno bruto (PIB) este 2020 a causa de la crisis de la COVID-19, que llegó cuando el país enfrentaba ya un freno en su crecimiento y una erosión de su fortaleza fiscal que ahora se ven agudizadas, coincidieron analistas locales y de Moody’s.
El economista panameño y socio director de Indesa, Felipe Chapman, dijo que una primera proyección hecha en marzo pasado situaba la caída del PIB de Panamá en 2 % este año, pero fue revisada un mes después para quedar en -4 %.
El dato debe ser nuevamente revisado y «no me sorprendería que un poco más a la baja», declaró Chapman, que recalcó que el escenario económico mundial en el marco de la pandemia «es altamente cambiante y con un altísimo nivel de incertidumbre».
El socio director de Indesa, quien participó este miércoles en el foro virtual «La Nueva realidad panameña», organizado por Moody’s, dijo que el potencial de crecimiento de Panamá en un mundo con la pandemia bajo control podría ubicarse «por encima del 3 %».
«El tema es en cuánto tiempo se va a recuperar el mundo», planteó Chapman, que se mostró optimista de que en Panamá el PIB per cápita logre situarse nuevamente en los niveles pre-pandemia «un poco antes» de 2024-2025, período en el que muchos analistas sitúan la recuperación mundial.
Panamá fue en la década pasada una de las economías más pujantes de la región debido a la inversión pública en grandes obras como la ampliación del Canal, las líneas del Metro de la capital y carreteras, pero desde hace más de un lustro comenzó a frenar la expansión del PIB.
Moody’s prevé que la economía de Panamá, basada en los servicios y la logística, «se contraiga este año y el próximo tendrá un crecimiento por encima de la tendencia» del 4 %, pero «la pregunta es si después del 2021 volverá a crecer por alrededor del 4 %», dijo el especialista en riesgo soberano de la calificadora, Renzo Merino.
SE DETERIORA LA FORTALEZA FISCAL
Merino señaló que los puntos a favor de Panamá habían sido sus altos niveles de crecimiento económico y su fortaleza fiscal pero que ambos factores se han visto erosionados en los últimos años, una situación que se agudiza por la crisis derivada de la pandemia.
Para el 2019 Moody’s había calculado que la economía panameña crecería alrededor del 5 % pero solo llegó al 3 %, mientras que hubo un aumento de los niveles de deuda y un incremento del déficit fiscal por la merma en los ingresos, explicó.
«Este año va a haber un deterioro fiscal importante» y vale «preguntar si cabría en Panamá una reforma tributaria porque mejorar la recaudación ya no es suficiente», expresó el experto de Moody’s, calificadora que en abril pasado mantuvo la calificación «estable Baa1» a este país.
Antes del shock por la pandemia, Moody’s calculaba que la deuda de Panamá se estabilizaría en torno al 45 % hacia 2021, pero una renovada perspectiva de la calificadora eleva ese umbral hasta el 55 %.
La deuda pública de Panamá cerró el 2019 en 31.018,6 millones de dólares, un 20,7 % más que el saldo de 2018, un alza alimentada por emisiones de bonos globales que sumaron 3.300 millones de dólares, mientras que el déficit fiscal se situó en el 3,5 %.
Panamá «destacaba por la flexibilidad del gasto público» pero deberá bajarlo precisamente cuando podría enfrentar presiones para el gasto social debido al consecuente aumento de la pobreza por la pandemia, añadió.