USAID brindará aproximadamente US$10.000 en suministros para reducir el riesgo de contagio del COVID-19.
Por Revista Summa
El Gobierno de los Estados Unidos ha designado US$2.4 millones para mitigar la propagación del brote del COVID-19 en Guatemala. El gobierno de los Estados Unidos a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) trabajará en estrecha colaboración con el Gobierno de Guatemala, sus socios humanitarios internacionales y otras partes interesadas para identificar las áreas de inversión.
“Esta asistencia apoyará los esfuerzos del Gobierno de Guatemala para mitigar la propagación de COVID-19 y para proporcionar atención y exámenes médicos adecuados a los guatemaltecos que retornan a casa desde el extranjero. Seguimos comprometidos a ayudar al pueblo de Guatemala a enfrentar la pandemia del COVID-19”, dijo el embajador Arreaga.
A través de esta asistencia, USAID brindará apoyo en las siguientes actividades:
- Administración de casos para fortalecer la atención clínica y minimizar el riesgo de transmisión a otros.
- Prevención y control de infecciones en centros de asistencia médica
- Controles de salud en varios puntos de ingreso al país, así como aeropuertos y fronteras terrestres.
- Campañas de comunicación y medios para informar a las personas sobre los pasos a seguir para prevenir y responder a la propagación del virus. Vigilancia y respuesta rápida para identificar y controlar casos a nivel nacional y comunitario.
Adicionalmente, USAID brindará aproximadamente US$10.000 en suministros para reducir el riesgo de contagio del COVID-19 en Patzún, municipio que actualmente se encuentra bajo un “cordón sanitario”, así como en las comunidades vecinas de Mercedes y Monolic Alto.
La inversión a largo plazo de los Estados Unidos en la salud y el desarrollo de Guatemala incluye más de 2.6 mil millones de dólares en asistencia total. Esta suma incluye 564 millones de dólares en temas de salud en los últimos 20 años. Por décadas, los Estados Unidos ha sido el proveedor más grande de asistencia a la salud pública, a nivel mundial.
Debido a que una amenaza de enfermedad infecciosa en cualquier lugar puede convertirse en una amenaza en todas partes, Estados Unidos hace un llamado a otros donantes para que contribuyan al esfuerzo global para combatir COVID-19.