Optimización y ahorro de recursos, constante actualización de la normativa fiscal, mejora en la realización de trámites, e implementación de planes de acción dentro de la estrategia empresarial, son algunos beneficios de una planificación fiscal.
Por Revista Summa
Lograr reducir esas contingencias que presentan los contribuyentes a nivel de impuestos, es vital en un momento como el actual donde muchos negocios están logrando reactivar sus operaciones tras las afectaciones sufridas por la pandemia por Covid-19.
Para lograrlo, existen muchas estrategias. Una de ellas es minimizar las contingencias ante las autoridades tributarias por concepto de impuestos al cierre de cada período fiscal, pero apegados al cumplimiento de la legislación vigente. Este objetivo se puede lograr mediante la planificación fiscal que realice cada empresa a lo interno.
Alberto Porras, socio director de la firma Baker Tilly Costa Rica, explicó que la planificación fiscal es un conjunto de prácticas y estrategias que las empresas pueden aplicar para tener una salud tributaria dentro de la legalidad vigente.
Para el experto, son varios los beneficios principales que la planificación fiscal le genera a las empresas. La primera es que la compañía se mantendrá al tanto de lo que sucede a nivel de normativas. Esto porque el asesor fiscal le informará constantemente de las novedades que se den a nivel fiscal, lo que permitirá detectar posibles ventajas sin incurrir en ilegalidades.
Además, la planificación fiscal le ayudará a la empresa a optimizar el uso de sus recursos. Porras explicó que el delegar temas de mayor especialización a un equipo de consultoría, representa un ahorro considerable para la empresa. Esto sobre todo en temas de salarios.
Otro de los beneficios es a nivel de la realización de trámites, ya que el tema fiscal requiere de una labor con alta carga de legalidad, por lo cual se requiere de mucha organización. “Existen metodologías de planificación que permiten cumplir de mejor manera con los objetivos planeados en las empresas. La adecuada planificación fiscal le permitirá a la empresa enfocar más esfuerzos en otras áreas que le permitirán crecer a nivel comercial, mientras el asesor fiscal se enfoca en los temas fiscales”, afirmó el socio director de Baker Tilly Costa Rica.
Finalmente, una planificación realizada por parte del asesor fiscal, le permitirá al empresario obtener información de calidad acerca de los planes de acción que se deberán llevar a cabo en beneficio de la empresa. Porras comentó que hay una gran cantidad de estímulos disponibles de manera legal para aquellos contribuyentes que se mantienen al día en sus obligaciones fiscales; no obstante, por mera desinformación, son muy pocos quienes acceden a estas ventajas que la misma normativa ofrece.
“Con una planificación fiscal realizada a conciencia acerca de las problemáticas que afectan o podrían llegar a afectar a la empresa, se logra establecer soluciones rápidas y concretas. Todo esto dentro de un marco ético y respetuoso de la legalidad y la confidencialidad que establecen las autoridades tributarias del país”, dijo el experto.
¿Cómo desarrollar una planificación fiscal en la empresa?
Porras señaló que para desarrollar una adecuada planificación fiscal que le genere beneficios en ahorro en contingencias, lo primero que se debe realizar es un análisis detallado de la estructura, actividades, y condición actual del negocio.
“Este análisis permitirá conocer la realidad que vive la empresa. A partir de los resultados encontrados, se podrá desarrollar la estrategia que se aplicará. De este estudio inicial, aunado a la ejecución correcta de la estrategia, es que dependerá el éxito de la planificación fiscal que se realizará para el negocio. Esto porque cada empresa tiene sus características peculiares que deberán tomarse en cuenta para un mejor aprovechamiento de la estrategia”, comentó Porras.
Una vez realizado el diagnóstico inicial, el asesor fiscal debe establecer, mediante recomendaciones, la estrategia que se aplicará para lograr las mejoras en el aspecto fiscal que vive la empresa en la actualidad. Esto principalmente cuando la Administración Tributaria realiza cambios fiscales y de criterios.
Porras señaló que la planificación fiscal es una herramienta que deberían aplicar todas las empresas, tanto grandes, medianas y pequeñas, en todos los sectores económicos.
Esta planificación fiscal debe realizarse durante todo el año y no solo en momentos específicos. Esto porque las empresas son cambiantes y con una estrategia fiscal continua las organizaciones podrán tener una toma de decisiones más efectivas y dinámicas, lo que les permitirá ahorrar dinero de forma legal en el paso de sus responsabilidades fiscales.
Como recomendación final, Porras señaló que, dentro de la planificación fiscal, se debe incluir el estudio de precios de transferencia. Esto porque existen muchas estructuras entre compañías del mismo grupo que realizan transacciones entre ellas, y tiene que cumplir la obligación de mantener estas transacciones a valor de mercado.