Las proyecciones del organismo son desalentadoras para 2020, pero luego proyecta un crecimiento del 4 % para 2021.
Por El Salvador
El Fondo Monetario Internacional empeoró las expectativas de crecimiento económico que El Salvador tendrá al final del año y, además, proyectó a la baja otros indicadores importantes como la tasa de desempleo, el PIB per cápita (por persona) y la deuda nacional.
De acuerdo al organismo, la economía salvadoreña caerá 9 % al final de 2020. En abril su expectativa era que caería 5.4 % del PIB. En términos monetarios esta caída del 9 % representa más de $2,610 millones si se toma en cuenta que el PIB de 2019 fue de $28, 989 millones, según el organismo.
Además, la tasa de desempleo llegará a 9.39 %, un indicador que regresará a 1992, según la base de datos del organismo.
El PIB per cápita (PIB dividido entre su número de habitantes) que ya había alcanzado un promedio de $3,941 en 2019, también retrocederá al menos siete años.
En cuanto a la deuda nacional, el organismo muestra en su base de datos que esta supera los $22,000 millones que, incluso, empeorará hasta llegar a $26,000 millones en 2022.
En julio pasado el Banco Central de Reserva también proyectó que la caída económica del país sería de 8.5 % del PIB.
El más bajo junto a Panamá
El Salvador, junto a Panamá, son los países con las caídas económicas más pronunciadas en la región pues Honduras, Nicaragua y Costa Rica no sobrepasan el 7 % y Guatemala solo reportará una caída de su economía del 2 %.
Sin embargo, el organismo también espera que la economía salvadoreña tenga un crecimiento del 4.04 % en 2021.
De hecho, el organismo mejoró su pronóstico 2020 para las economías de América Latina y el Caribe, la región del mundo más golpeada por la covid-19, pero advirtió que tomará al menos tres años volver a la situación previa a la pandemia.
“Vemos una recuperación muy gradual en Latinoamérica, tomará hasta bien entrado 2023 volver apenas a los niveles (del PIB) de 2019”, dijo la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, a las agencias internacionales.
El organismo multilateral estimó el martes que el Producto Interno Bruto (PIB) regional se contraerá 8.1% en 2020 frente al 9.4% pronosticado en junio. En 2019, el crecimiento de América Latina y el Caribe fue mínimo: 0.1% con respecto al año anterior.
Y la COVID-19 “golpeó a la región muy, muy fuerte”, subrayó Gopinath.
“Además de eso, países que son los principales exportadores de productos básicos, países que dependían del turismo, también están siendo afectados negativamente”, apuntó.
Agregó que “muchos países tenían vulnerabilidades al entrar en esta crisis, venían con niveles de deuda ya elevados y debilidades de crecimiento, tanto internas como de inversiones”
“Todos esos factores están influyendo en las perspectivas”, dijo.
Con solo 8% de la población mundial, América Latina y el Caribe concentran casi un 30% de los contagios y más de un tercio de todas las muertes por COVI-19 del planeta. Desde el inicio de la pandemia a fines del año pasado, en la región se infectaron más de 10.
Venezuela, al borde del colapso
El mayor colapso en Latinoamérica sigue siendo por lejos el de Venezuela, sumida en una debacle económica desde 2013. Para este país caribeño el Fondo prevé una contracción de 25% del PIB frente al 20% estimado en junio.
El FMI aclaró no obstante que las proyecciones de la economía venezolana están marcadas por “una gran incertidumbre” debido a la falta de informes de Artículo IV desde 2004.
Las proyecciones del Fondo reveladas el martes fueron levemente mejores para Chile en 2020 (-6.0% frente a -7.5% de junio). Y para Perú, el FMI mantuvo su previsión de una contracción de 13.9% del PIB en 2020 sobre 2019. Pero las perspectivas se agravaron para Argentina (-11.8% frente a -9.9%) y Colombia (-8.2% frente a -7.8%).
Argentina, en recesión desde 2018, enfrenta una profunda crisis económica y social especialmente agravada por la pandemia. Y prevé iniciar a mediados de noviembre las conversaciones con el FMI para un nuevo acuerdo crediticio luego de que el organismo le concediera el mayor préstamo de su historia.