Estados Unidos reclamó esta semana la «liberación inmediata» de los opositores que están actualmente bajo arresto, en especial a los aspirantes presidenciales.
Por EFE
Dos periodistas nicaragüenses, entre ellos Carlos Fernando Chamorro, una de las voces más críticas al Gobierno de Daniel Ortega, así como un antiguo comandante de la revolución sandinista, abandonaron Nicaragua en medio de una ola de arrestos contra dirigentes opositores y a menos de cinco meses de los comicios en los que el mandatario, en el poder desde 2007, busca reelegirse por cinco años más.
Chamorro, galardonado con el premio Ortega y Gasset, informó que ha tenido que exiliarse por segunda vez en los últimos tres años, a raíz de unas manifestaciones antigubernamentales que estallaron por unas controvertidas reformas a la seguridad social y que el Gobierno considera fue un intento de golpe de Estado.
«Mi esposa Desirée Elizondo y yo salimos de Nicaragua para resguardar nuestra libertad», señaló el periodista en un mensaje en Twitter tras denunciar la víspera el allanamiento policial de su domicilio, en el que ya no se encontraba.
También este martes otro periodista nicaragüense, Sergio Marín Cornavaca, director del portal digital La Mesa Redonda, informó haber salido al exilio por «amenazas directas» del Ejecutivo sandinista.
SE EXILIA EXCOMANDANTE SANDINISTA
El exguerrillero Luis Carrión, uno de los principales dirigentes que lideraron la insurrección sandinista que en 1979 derrocó con las armas la dictadura de Anastasio Somoza Debayle y antiguo compañero de lucha de Ortega, también salió del país, según dijo en un mensaje en Twitter, «para continuar la lucha por la democracia en Nicaragua y la libertad de todos los presos políticos».
Tanto Carrión, que fue viceministro del Interior de la etapa revolucionaria (1979-1990), como los dos periodistas, se marcharon luego de que fueran arrestados cinco aspirantes a la Presidencia de la oposición.
También dos exvicecancilleres, dos históricos exguerrilleros sandinistas disidentes, un exdirigente empresarial, un banquero, cuatro activistas, una exprimera dama y exdiputada, un cronista deportivo y dos extrabajadores de una ONG.
Los detenidos, con la excepción de los trabajadores de la ONG, han coincidido en rechazar al Gobierno de Ortega y en calificar al presidente como «dictador».
EE.UU. RECLAMA LIBERACIÓN DE OPOSITORES
Estados Unidos reclamó este martes la «liberación inmediata» de los opositores que están actualmente bajo arresto, en especial a los aspirantes presidenciales.
«Hacemos un llamado al presidente Ortega y al Gobierno de Nicaragua para que liberen de inmediato a los contendientes presidenciales Cristiana Chamorro, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro García y Miguel Mora», dijo en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
El Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, ha impuesto varias rondas de sanciones económicas a altos cargos de Managua, entre ellos algunos familiares directos de Ortega y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, que este martes cumplió 70 años.
Por su lado, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el deterioro de la situación en Nicaragua que, según ella, imposibilita que los nicaragüenses puedan elegir libremente en los comicios de noviembre.
GOBIERNO DENUNCIA «ESTRATEGIA DE DIFAMACIÓN»
El ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, consideró esas críticas como parte de una «estrategia de difamación».
«Nos denuncian porque las personas que están respondiendo ante la Justicia nicaragüense son tristes y fracasados asalariados» del imperialismo estadounidense y europeo, aseguró Moncada en un encendido discurso, donde también tachó a los opositores detenidos de «vendepatrias».
Defender a estas personas, que según él cometieron delitos contra la soberanía y la independencia de Nicaragua, «es parte de la misma estrategia de difamación, de comunicación denigrante y de pretensiones de humillar, sojuzgando a un país y un pueblo», afirmó el canciller.
La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, un consuegro de Ortega, arresta a los opositores citando una Ley aprobada en diciembre pasado que los considera como «traidores a la patria» y los inhabilita a optar a cargos públicos.
Las últimas detenciones fueron la de la exdiputada María Fernanda Flores, esposa del expresidente Arnoldo Alemán (1997-2002), y la del periodista Miguel Mendoza, sin filiación política, que fueron detenidos la noche del lunes bajo la acusación de «realizar actos que menoscaban la soberanía» de Nicaragua, según la Policía.
Ortega, próximo a cumplir 76 años, quien retornó al poder en 2007 y gobierna desde 2017 junto a su esposa, aspira por octava vez a la Presidencia, y está en su segunda etapa como presidente de Nicaragua, tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.