En el universo de las aplicaciones de citas, Tinder marcó un precedente al implementar.
Por Revista Summa
Hace unos años, mostrar tu DNI en internet parecía impensable. Hoy, hacerlo se ha vuelto parte de la vida digital cotidiana. Desde apps de citas hasta plataformas de transporte, la verificación de identidad ya no es solo un requisito de bancos o trámites oficiales, ahora es la puerta de acceso a muchos de los servicios que usamos a diario.
“La prueba de vida (liveness detection) se ha convertido en un escudo digital fundamental, cuya función es asegurarse de que quien está al otro lado de la pantalla es una persona real y no una imagen manipulada. Este mecanismo busca proteger a los usuarios y es un filtro necesario para evitar fraudes y garantizar que nuestras identidades no sean suplantadas”, señala Alberto Juárez, vicepresidente global de verificación de identidad y servicios de confianza en Sovos.
Las apps que exigen verificar tu identidad
En el universo de las aplicaciones de citas, Tinder marcó un precedente al implementar, desde el 1 de julio de 2025, la verificación facial obligatoria en California, donde los usuarios deben grabar un video-selfie para comparar su rostro con las fotos del perfil y evitar cuentas falsas. En el resto del mundo esta medida sigue siendo opcional.
Bumble, por su parte, ha convertido la verificación con foto en un paso obligatorio para nuevos usuarios en Estados Unidos, mientras que en otros países sigue siendo voluntaria. Además, ahora permite verificar la identidad mediante documento oficial (DNI, pasaporte o licencia), combinando reconocimiento facial y revisión humana para confirmar edad e identidad. Los usuarios también pueden solicitar la verificación a quienes hacen match, reforzando así la confianza antes de iniciar una conversación. En ambas plataformas, quienes completan el proceso reciben una insignia visible de perfil verificado.
Por el lado de las apps de delivery y transporte más populares, Rappi exige a sus repartidores y socios comerciales una verificación con documento de identidad, fotografía para registro biométrico y revisión de antecedentes antes de ser habilitados. Además, pide que los repartidores se tomen selfies en tiempo real al conectarse y durante las entregas para comprobar que es la misma persona del registro. Si las imágenes no coinciden, la cuenta puede ser bloqueada y el repartidor debe solicitar revisión.
En el caso de Uber, la compañía ha fortalecido sus medidas de autenticación con la implementación obligatoria del código PIN de cuatro dígitos para confirmar que el pasajero suba al vehículo correcto. A esto se suman herramientas como RideCheck y la selfie aleatoria de verificación para conductores, que puede llevar al bloqueo si la imagen no coincide.
Verificación y autenticación de identidad, ¿cuál es la diferencia?
Alberto Juárez explica que aunque suelen usarse como sinónimos, verificación y autenticación de identidad no significan lo mismo. La verificación es el primer paso para confirmar que una persona es quien dice ser, comparando datos y documentos —por ejemplo, una foto del DNI y una selfie— con bases oficiales. La autenticación, en cambio, es un proceso continuo que se repite cada vez que el usuario accede a una app o servicio, ya sea mediante reconocimiento facial, huella digital o contraseña.
En otras palabras, la verificación responde a la pregunta “¿es real esta identidad?”, mientras que la autenticación confirma “¿es la misma persona que fue verificada?”. Ambas etapas son complementarias: sin verificación inicial, una identidad falsa podría ser autenticada; y sin autenticación continua, una cuenta legítima podría ser suplantada.
Más allá de la tecnología, el verdadero reto está en generar confianza. La verificación de identidad ya forma parte de la vida cotidiana, desde hacer match en una app de citas hasta pedir un taxi o recibir un pedido, pero su propósito va más allá de la seguridad: busca construir un entorno digital donde las personas puedan interactuar sin miedo a ser suplantadas o estafadas.
“Dado el crecimiento de los fraudes digitales, el uso de sistemas de verificación y autenticación de identidad ya no es opcional, sino una necesidad esencial para las empresas. La combinación de estos procesos fortalece la confianza digital y minimiza los riesgos en un mundo cada vez más interconectado y regulado”, concluye el experto de Sovos.

