Encuentro de la Asociación Internacional de Ingeniería de Puentes e Ingeniería Estructural (IABSE, siglas en inglés) del 25 al 27 de setiembre en el Centro de Convenciones en Barreal de Heredia.
Por Revista Summa
De acuerdo un reciente documento del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA) las cifras más actuales muestran que el desarrollo de viviendas en Costa Rica fue el año pasado de 24 500 trámites, no obstante, solamente el 11 por ciento de esas soluciones está por debajo de los $USD 100 mil (¢51,2 millones al tipo de cambio actual).
El estudio de Balance y Tendencias del Sector Vivienda 2023 del CFIA indica que existe una brecha entre los precios de las viviendas y la capacidad de compra de las familias.
Los temas relacionados con el diseño de soluciones sostenibles en este campo -y en otras estructuras- se tratarán en la edición 2024 del Congreso de la Asociación Internacional de Ingeniería de Puentes e Ingeniería Estructural (IABSE, siglas en inglés), uno de los eventos más prestigiosos en ese campo que reunirá a expertos mundial durante una agenda de trabajo que se llevará a cabo del 25 al 27 de setiembre en el Centro de Convenciones en Barreal de Heredia.
Creada en el 1929, la IABSE durante su trayectoria de 95 años ha promovido con éxito el intercambio de conocimientos y ha avanzado en la práctica de la ingeniería estructural en todo el mundo, al servicio de la profesión y la sociedad.
Según el Ing. Daniel Ureña, Presidente del Grupo IABSE Costa Rica, reutilizar edificaciones que ya no están en uso o que han sido abandonadas se presenta como una solución viable y sostenible para mejorar el acceso a la vivienda, especialmente para los segmentos de la población con limitaciones económicas. Este enfoque permite aprovechar infraestructuras existentes, reducir costos y minimizar el impacto ambiental en comparación con nuevas construcciones.
Para determinar la viabilidad de la restauración, es fundamental realizar un análisis detallado de las condiciones estructurales de los edificios. Esto incluye inspecciones visuales, pruebas de materiales, y análisis estructurales avanzados que ayudan a identificar las necesidades de refuerzo o los posibles riesgos asociados.
“Las técnicas modernas de refuerzo estructural, como el uso de materiales compuestos (FRP), refuerzos con acero estructural, concreto reforzado y la implementación de sistemas de aislamiento sísmico, permiten adaptar edificaciones antiguas a los estándares de seguridad actuales. Estas técnicas mejoran la capacidad de las estructuras para resistir cargas adicionales y eventos sísmicos, garantizando la seguridad de los ocupantes”, indicó el Ing. Ureña.
Uno de los principales desafíos técnicos en la restauración es la integración de nuevos sistemas estructurales sin comprometer la integridad de la construcción original. Esto requiere un enfoque en la gestión de cargas, resolución de problemas de asentamientos diferenciales, y adaptación de las conexiones estructurales.
Casos de éxito
Ejemplos internacionales muestran cómo la restauración de edificios ha mejorado la accesibilidad a la vivienda y revitalizado comunidades urbanas. Proyectos en ciudades como Barcelona y Nueva York han demostrado que con una correcta evaluación y aplicación de técnicas avanzadas de ingeniería estructural, los edificios pueden ser transformados en viviendas seguras y asequibles.
La restauración debe seguir normativas y estándares estrictos tanto locales como internacionales, incluyendo códigos de construcción y guías de rehabilitación estructural. Esto asegura que las edificaciones cumplan con los requisitos de seguridad y habitabilidad necesarios para su uso como viviendas.
Más allá de mejorar la accesibilidad a la vivienda, la restauración de edificios contribuye a la revitalización de las áreas urbanas, promoviendo la densificación controlada y el repoblamiento de los centros de las ciudades. Esto no solo mejora la economía local, sino que también crea espacios habitables más confortables y sostenibles.
La agenda del Congreso IABSE 2024 y ACIES en Heredia coloca varios de los problemas urgentes como prioridad en el diseño estructural, incluyendo el reuso de las estructuras lo cual contribuye a la descarbonización y a enfrentar el cambio climático.