Mideplan presenta documento que observa el comportamiento de la economía en el primer año de la pandemia.
Por Revista Summa
La economía de Costa Rica, al igual que en el resto del mundo, se vio afectada por la pandemia del COVID-19, lo que provocó un deterioro de las condiciones económicas, que se vieron reflejadas en la caída de variables como Inversión Extranjera Directa, Producto Interno Bruto y Balanza de pagos, entre otras; así como un aumento de los indicadores de la pobreza, el desempleo y la desigualdad.
De acuerdo con un análisis prospectivo elaborado por el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan), a 2030 se podría alcanzar un escenario neutro de recuperación y posterior a ese año, una reactivación plena, con miras al alcance del desarrollo sostenible.
Según se concluye en el documento “Prospectiva en análisis macroeconómico de Costa Rica: Resiliencia post COVID-19”, para lograr un escenario positivo, el país debe propiciar un mejor uso del territorio; invertir en el recurso humano; mejorar en educación, salud e infraestructura; además de impulsar el desarrollo y la utilización de la ciencia y la tecnología como elementos fundamentales para el desarrollo.
Marlon Navarro Álvarez, ministro a.i. de Mideplan, manifestó que «La pandemia del COVID-19 nos enfrentó a una dura realidad, en la cual se demostró que debemos trabajar más estratégicamente en temas estructurales, en los cuales el país debe realizar un esfuerzo más decidido para dar soluciones efectivas, este estudio, es un medio para conocer esa realidad y enfocar los recursos con que dispone el Estado, para resolver temas que no pueden seguir dejándose de atender y sobre los cuales los habitantes del país requieren de soluciones tangibles en el corto y mediano plazo«.
Capacidad de adaptación al cambio
Costa Rica es una economía pequeña y abierta de ingresos medio altos con un ingreso per cápita que en 2019 era de $12.670. Según se explica en el documento, el país ha diversificado su producción y las exportaciones, por lo que en nueve años escaló del puesto 58 al 44 del Índice de Complejidad Económica, es decir, tiene mayor capacidad de crecimiento futuro.
Comparando esa información con los datos del PIB per cápita, en el estudio se prevé que para el 2029 el crecimiento sea de 3,7% anual.
Carlos von Marschall Murillo, jefe de la Unidad de Análisis Prospectivo y Política Pública del Área de Análisis del Desarrollo del Mideplan y coordinador del estudio, explicó que el documento presentado busca impactar en la formulación de intervenciones públicas (políticas, planes, programas o proyectos) socioeconómicas basadas en conocimiento bajo una planificación prospectiva estratégica donde se formulan escenarios a futuro mediante técnicas multidisciplinarias con el fin de reducir la incertidumbre y que así, el país pueda generar una reactivación transformadora reduciendo las brechas territoriales, sin dejar a nadie atrás.
Coyuntura económica globalizada
La recuperación post pandemia no depende solo de los factores internos, en el documento también se analizan diversos factores de la coyuntura económica, como la incorporación de Costa Rica a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los problemas en la logística comercial (crisis de los contenedores), alteraciones en el tipo de cambio y las presiones inflacionarias como consecuencia de la guerra entre Ucrania y Rusia.
También, considera una serie de riesgos contemplados en el Plan Macroeconómico del Banco Central de Costa Rica: menor crecimiento de la economía mundial, precios derivados, tasa de propagación del COVID-19 y flujos comerciales con Centroamérica, tensiones sociales y políticas, riesgos a la estabilidad y solvencia del sistema financiero.