La evaluación confirmó mejoras en ocho de los 28 indicadores analizados y reporta otros ocho indicadores con la máxima puntuación.
Por Revista Summa
La auditoría externa realizada en febrero a las prácticas de pesca que se aplican en Costa Rica para la captura atún aleta amarilla, dorado y pez espada generó resultados positivos, con un total de ocho de 28 indicadores que reportaron mejoría, mientras otros ocho se encuentran con la máxima puntuación.
“Desde el Sector Pesquero Nacional estamos muy satisfechos con el resultado porque refleja el trabajo arduo y constante que pescadores, empresa privada, comercializadores, exportadores y el gobierno a través del INCOPESCA hemos venido realizando en los últimos años en busca de una pesca más sostenible”, expresó Mauricio González, director ejecutivo del Sector Palangrero Nacional.
Algunos de los indicadores más valorados en la auditoría y reportados como avance son: reconocimiento oficial del greenstick como arte de pesca, actualización de formatos de registro y bases de datos para la colecta y análisis de datos, avances significativos en la digitalización de estadísticas y análisis de información, un 100% de cobertura del monitoreo satelital de embarcaciones de mediana y avanzada escala y el fortalecimiento del sistema de inspección y vigilancia.
Algunas de las áreas en las que deberá trabajar el proyecto para mejorar los registros en una próxima auditoría son: elaborar las evaluaciones de las poblaciones de dorado y pez espada, desarrollar un programa de observadores para el 15% de las operaciones efectivas de pesca, fortalecer el programa de capacitación de tripulantes en el registro adecuado de capturas y operaciones, oficializar el programa de capacitación para el manejo y liberación de especies con estatus de protección, y las denominadas especies secundarias, principalmente tiburones y rayas y elaborar el plan de manejo pesquero para el atún, dorado y pez espada.
“Aún quedan muchos temas pendientes, pero hay muchas actividades que se están desarrollando en este momento que van en el camino a la mejora, como por ejemplo, en abril se impartirán capacitaciones oficiales para manipulación de tortugas marinas. También ya se ha elaborado una ruta para desarrollar un programa de observadores. Debemos recordar que hay grandes retos ya que este es un proceso de largo plazo en el que no hay un presupuesto asignado y que vamos financiando de forma paulatina con esfuerzos interinstitucionales y adicionalmente son especies migratorias que se distribuyen en todo el Pacífico Oriental y para ello se necesita trabajar en alianza con otros países y a través de las Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesquero”, amplió González.
Como se informó previamente, el proceso de auditoría es clave para avanzar en un proceso de certificación pesquera hacía el Marine Stewardship Council (MSC), entidad independiente que premia a las pesquerías del mundo que adoptan prácticas de pesca sostenible.
Para cumplir con los estándares internacionales de pesca, el Proyecto de mejora para la pesquería de atún aleta amarilla, dorado y pez espada (FIP, por sus siglas en inglés) desarrolla desde el 2019 un plan de trabajo en el cual paulatinamente se han introducido mejoras en la pesca de las tres especies, tanto con el uso del arte de pesca de palangre como con el llamado palo verde o green stick, un arte de pesca complementario que utilizan algunas embarcaciones de la flota comercial de mediana escala y avanzada. Asimismo, considera acciones para mitigar el impacto de estas prácticas pesqueras en otras especies, como por ejemplo tortugas marinas, la oficialización del PANT-TIBURON y el uso de dispositivos satelitales en el 100% de toda la flota de palangre así como la inspección a la totalidad de las descargas que se realizan en muelles nacionales.
El resultado de la auditoría está ya disponible en la plataforma Fishery Progress, un sitio internacional que funciona como medio de consulta para compradores nacionales o internacionales que quieran adquirir productos sostenibles.