Los principales candidatos presidenciales han dicho que plantearán al FMI una renegociación del acuerdo.
Por Revista Summa
La campaña electoral en Costa Rica entra este miércoles en su recta final con 25 candidatos disputándose el apoyo de unos electores con altos niveles de indecisión (32 %) que en los últimos años han visto cómo se ha ido deteriorando la calidad de vida en el único país centroamericano miembro de la OCDE.
Este miércoles es el último día habilitado para la publicación de encuestas y propaganda en los medios de comunicación, por lo que a partir del jueves los principales candidatos centrarán sus actividades en la preparación y participación de los dos últimos debates de televisión programados para el jueves y el viernes.
El próximo domingo 3,5 millones de costarricenses estarán llamados a las urnas para elegir al presidente y los 57 diputados de la Asamblea Legislativa para el periodo 2022-2026, pero a pocos días sigue reinando la indecisión y una sensación de frialdad en una campaña marcada por la pandemia de la covid-19 que hizo aún menos probables las masivas actividades de campaña que de todos modos no se ven desde finales del pasado siglo.
La última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticas (CIEP) de la Universidad de Costa Rica, publicada este miércoles, indica que la cantidad de indecisos disminuyó 9 puntos porcentuales en la última semana y se ubica en el 32 %.
Sin embargo, ningún candidato alcanza el 20 % de apoyo y están muy lejos del 40 % necesario para ganar en primera vuelta, lo que hace casi inminente la necesidad de una segunda ronda en abril.
El expresidente entre 1994 y 1998, José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (PLN), es quien obtiene mayor intención de voto con el 17 %, seguido por la exvicepresidenta entre 2002 y 2006, Lineth Saborío, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) con 12,9 %; y el predicador evangélico y periodista Fabricio Alvarado, del Partido Nueva República, con un 10,3 %.
Luego aparecen el exfuncionario del Banco Mundial y exministro de Hacienda Rodrigo Chaves, del Partido Progreso Social Democrático, con 8,2 %; el abogado y diputado José María Villalta, del izquierdista Frente Amplio, con 7,6 %; y el economista Eliécer Feinzaig, del Partido Liberal Progresista, que registró 5,7 %.
Los restantes 19 candidatos, incluido Welmer Ramos (1,1 %), del gobernante Partido Acción Ciudadana, tienen apoyos que están por debajo del margen de error de la encuesta.
«El escenario a menos de una semana de las elecciones nacionales 2022 corrobora la existencia de la gran incertidumbre del electorado y la alta volatilidad de las preferencias electorales. La combinación de estos dos factores pone a la sociedad costarricense, una vez más, frente a un escenario político indefinido», explicó el CIEP.
La encuesta se aplicó entre el 27 de enero y el 1 de febrero y abarcó 1.006 entrevistas telefónicas, tiene un nivel de confianza del 95 % y un margen de error 3,1 puntos porcentuales
Uno de los grandes temas de la campaña ha sido la reactivación de la economía ante los estragos causados por la pandemia de la covid-19, en un país que en la actualidad tiene un desempleo del 14 %, 44 % de empleo informal, la pobreza afectando el 26 % de los hogares y una deuda que sigue creciendo y alcanza el 70,37 % del PIB.
Este país, que se convirtió en 2021 en el cuarto de Latinoamérica y primero de Centroamérica en ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), también firmó el año pasado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de estabilizar las finanzas.
El acuerdo con el FMI por 1.778 millones de dólares incluye una serie de iniciativas de Costa Rica para reducir el gasto y aumentar los ingresos, de las que la más grande es una reforma al sistema de empleo público que está bloqueada en el Congreso.
Los principales candidatos presidenciales han dicho que plantearán al FMI una renegociación del acuerdo.
El deterioro de los indicadores de pobreza y desempleo, contrastan con el del crecimiento económico en 2021 del 7,6 % publicado por el Banco Central a finales de enero.
El banco además proyectó un crecimiento económico del 3,9 % en 2022 y del 4 % para 2023, lo que según las autoridades es una luz para la mejora en el empleo.