El presupuesto presentado para el 2021 reduce el gasto de inversión pero no del gasto corriente, en detrimento de la competitividad.
Por Revista Summa
Desde hace varios meses la Cámara Costarricense de Construcción (CCC) ha planteado al Gobierno una serie de acciones urgentes, entre las que se encuentran la atención del déficit fiscal y el impulso a una verdadera reforma del Estado.
Cabe recordar que ante la urgencia de atender la problemática del déficit fiscal, durante la presente Administración se aprobó la Ley 9635 y a partir de su entrada en vigencia, en julio pasado, la carga tributaria del país aumentó sustancialmente. Como parte de los compromisos asumidos por el Gobierno, durante la negociación de la reforma fiscal, se encuentra la contención del gasto público. Específicamente la Administración Alvarado Quesada se comprometió a presentar una Ley de Empleo Público, iniciativa que a la fecha continúa pendiente de aprobación y cuyo texto dista mucho de ser una reforma de la magnitud que se requiere. Tampoco se han realizado acciones concretas en materia de reducción del gasto público y el aumento en su eficiencia.
“La Cámara es consciente de que la crisis provocada por la pandemia del COVID-19 ha tenido un enorme impacto en la situación socioeconómica de la población del país, así como en los ingresos y gastos del erario público. No obstante, la emergencia no puede jamás utilizarse para pasar por alto la tan necesaria reforma del Estado y más bien debe verse como una oportunidad para revisar la distribución y la eficiencia con que se utilizan los recursos asignados al sector público”, manifestó Esteban Acón, Presidente de la CCC.
Es imperativo que el gobierno logre poder distinguir la gran diferencia que existe entre los términos “gasto” e “inversión”. El gasto ineficiente solo contribuye al incremento injustificado del déficit fiscal, mientras que la inversión en obra pública produce reactivación en el sector productivo y con ello produce los empleos que tanto necesitan los costarricenses.
Pese a esto, la propuesta de presupuesto para el de 2021, hace todo lo contrario, no ataca el problema del excesivo gasto corriente y más bien se enfoca en reducir la inversión: el gasto de capital que disminuye -21,6% con respecto al último presupuesto aprobado de 2020. Esta reducción se da debido a recortes en diferentes áreas que afectan el desarrollo de la infraestructura nacional, por ejemplo, la caída en el rubro de edificaciones sería de -47,8% y de -6,9% en vías de comunicación, además de una disminución de -20,2% en transferencias de capital. En el caso del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, se presenta una reducción de -13,4% en los gastos de capital con respecto al 2020, limitando las posibilidades de generar reactivación económica por medio del desarrollo de obra pública.
Asimismo, es altamente preocupante el recorte de 42% al presupuesto del BAHVI, que representa 48.833 millones de colones menos, lo que significa que se dejarían de construir 202.146 metros cuadrados de viviendas de interés social, dejando a 4.813 familias sin la posibilidad de tener un techo digno y dejaría sin trabajo a más de 18,000 costarricenses incrementándose aún más el grave desempleo que sufre el país.
“Hoy, más que nunca, es necesario que se incorpore como parte de la solución un agresivo plan para contener el desproporcionado gasto gubernamental y que se entre de lleno a mejorar la eficiencia y eficacia en el uso de los recursos públicos. Es de sobra conocida, la duplicidad de funciones entre entidades públicas y la existencia de instituciones que ya no tienen razón de ser. Estas situaciones deben ser atendidas de inmediato, de lo contrario los ingresos fiscales nunca serán suficientes”, agregó Acón.
Para la Cámara de Construcción resulta absolutamente inviable pensar en cualquier medida que incremente los impuestos mientras no haya acciones concretas en materia de reducción del gasto estatal. No es factible que se cargue todo el peso del ajuste sobre las espaldas de los contribuyentes, ya que no podrá haber reactivación en un escenario en que las propuestas solo vienen a aumentar la carga tributaria.