Este proyecto busca cerrar brechas de género brindando mayores oportunidades a las adolescentes a través de la ciencia.
Por Daniel Rosales
Con el afán de fortalecer el esfuerzo que hace Costa Rica por cerrar la brecha de género y abrir nuevas oportunidades para las mujeres en la ciencia, AstraZeneca, la compañía líder del mercado farmacéutico, en alianza con la Fundación Paniamor y en colaboración con el Ministerio de Educación Pública crearon ESTRELLAZ, un proyecto de responsabilidad social corporativa que impulsará la educación de carreras STEAM en jóvenes en estado de vulnerabilidad.
La iniciativa tiene como objetivo desarrollar una estrategia para fortalecer a las comunidades educativas como entornos que promuevan el interés y el acceso de las personas adolescentes a la ciencia como parte de su trayectoria de vida, su empoderamiento y liderazgo social. Además, tiene un enfoque de derechos humanos y género transformador y curso de vida, que se sustenta en los principios de corresponsabilidad social, alianzas público-privadas, y ciencia y desarrollo humano.
«Este proyecto esta muy alineado con nuestra razón de ser como empresa, tiene mucho que ver con ayudar a jóvenes en edad de colegio a desarrollar su vocación e interés por estudiar en disciplinas que se les conoce como STEAM (Ciencia, tecnología, ingeniería, matemática). Esta es una alianza ganar-ganar para todos los sectores de la sociedad costarricense. Surge como una iniciativa que busca aportar en un tema de urgente resolución, además de un interés genuino de formar talento y ayudar a las jóvenes en estado de vulnerabilidad a alcanzar su máximo potencial en un área que es crítica en el país», Laura García, country president de AstraZeneca para América Central y el Caribe.
Según García, ESTRELLAZ nace debido a que como compañía piensan que estas jóvenes pueden alcanzar las estrellas. «Creemos que la similitud con el tema de ciencia y alcanzar las estrellas es clara, pero el mensaje que nosotros queremos darle a las muchachas es que si ellas quieren alcanzar las estrellas lo pueden hacer, solo deben seguir un sueño y nosotros les daremos una caja de herramientas para que pueden abrirse el espacio por ellas mismas».
Impacto social
Durante los primeros 3 años, el proyecto pretender impactar a 750 adolescentes, de las cuales, se seleccionarán las 150 que muestren mayor interés por la ciencia para fortalecer sus habilidades de cara a la selección de carrera, convertirlas en promotoras que sirvan de inspiración para otras adolescentes y se conviertan en agentes multiplicadoras y generadoras de cambio.
Además, en su primer año de implementación, se trabajará en colaboración con la Dirección Regional de Cartago que es en la segunda región educativa más grande del país, en dos colegios académicos que suman entre ambos, una población de alrededor de 1.300 mujeres. Se trata del Colegio Elías Leiva Quirós y el Liceo Vicente Lachner Sandoval.
Según Oscar Valverde, Director Ejecutivo de la Fundación Paniamor, el proyecto se planteará sobre 3 pilares fundamentales: voluntariado corporativo, comunicación para el cambio social y fortalecimiento de capacidades. El primero se trabajará con un equipo de voluntariado de AstraZeneca que brindarán mentorías, orientación y compartirán experiencias en temas de ciencia aportando el pensamiento creativo e innovador. El segundo buscará tener un enfoque que genere un cambio sociocultural sobre los factores que alimentan las desigualdades en el interés y acceso a la ciencia. Y el tercero se centrará en aplicar metodologías participativas, lúdicas, vivenciales y la creación de herramientas aplicables a la población meta.
En Costa Rica, cada vez más niñas y adolescentes levantan la mano y demuestran su interés de vincularse a carreras de ciencia, lo que se alinea con la Política Nacional para la igualdad entre mujeres y hombres en la formación, el empleo y el disfrute de los productos de la ciencia, la tecnología, las telecomunicaciones y la innovación 2018-2027, la cual promueve la atracción de las mujeres a la Ciencia, la Tecnología e Innovación; la formación y permanencia de las mujeres en carreras de Ciencia, Tecnología e Innovación; y fomentar la igualdad de género en la formación, empleo y disfrute de los productos de la ciencia y tecnología.
«Actualmente las participantes muestran mucho entusiasmo, y han emprendido proyectos de liderazgo, cuentan con capacidades innatas de interés y superación de adversidad. A ellas se les ve empuje para superar desafíos, y aunque se escojan 150 alumnas, las restantes también se verán beneficiadas de una otra forma con el programa», explica García.
Esta experiencia estará bajo un acompañamiento vocacional y la generación de oportunidades de estudio, teniendo en cuenta los tiempos y requisitos en el camino hacia la selección de una carrera profesional.
