En la era de la IA, los comercios minoristas se han convertido en el sector ideal para la implementación de las nuevas innovaciones tecnológicas.
Por Revista Summa
La Inteligencia Artificial (IA) sigue irrumpiendo en la vida cotidiana de las personas y ahora ha llegado a revolucionar la forma en la que se hacen las compras. En el ámbito de las cadenas de consumo masivo, la IA se posiciona como una tecnología arrolladora que, en sintonía con otros sistemas de software y hardware, como cámaras de videovigilancia y sensores de movimiento, es capaz de proporcionar mayor agilidad, rapidez, eficacia y productividad.
Un ejemplo de lo anterior se ve en países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile y México, donde algunos supermercados que ya hacen uso de esta tecnología están estableciendo nuevas dinámicas en el proceso de compra y también para los propios trabajadores.
Un estudio realizado por Juniper Research pronostica que, a escala global, el total de chatbots que funciona en aplicaciones de mensajería aumentará a 9.500 millones en 2026. En este sentido, Facebook, afirmó que el 66% de los consumidores confía más en hacer una compra cuando una empresa está activa en las aplicaciones de mensajería. La aplicación de la IA en el consumo masivo mejora la experiencia de compra, genera conversaciones naturales con los usuarios brindando atención las 24 horas del día.
Si bien, desde hace varios años se observa el impacto de la IA en los supermercados con la implementación de máquinas de autocobro, hoy esta tecnología va mucho más allá logrando realizar tareas como el monitoreo en tiempo real del inventario, personalización de ofertas, control de flujo de personas, sensores de movimiento en góndolas, detección de zonas de mayor consumo, pedidos online, análisis para el posicionamiento de productos y por supuesto la creciente adopción de pagos en línea. Estas innovaciones no solo agilizan el proceso de compra, sino que también brindan a los consumidores una experiencia más conveniente y satisfactoria.
“En la era de la IA, los comercios minoristas se han convertido en el sector ideal para la implementación de las nuevas innovaciones tecnológicas. De la mano con la IA, los compradores disfrutan de una experiencia de compra altamente eficiente, con ofertas adaptadas a sus preferencias, mientras que las cadenas de supermercados optimizan su inventario y toman decisiones más acertadas para aumentar su rentabilidad” señaló Ingrid Mora, gerente general de Noventiq Costa Rica, empresa especialista en transformación digital.
En este contexto, la adaptación se convierte en una prioridad para los supermercados. Aquellos que no adopten la IA y las tecnologías relacionadas se verán rezagados en un mercado cada vez más competitivo. Así lo demuestra un reciente estudio realizado por Noventiq, a directivos de diversos sectores de países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México y Perú, donde un 76,8% de los encuestados cree que “la IA generativa redefinirá la forma en que vivimos y trabajamos en América Latina en los próximos 3 años”, por lo que la flexibilidad y la voluntad de abrazar la innovación son esenciales para mantenerse relevantes y satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores.
“En el inminente futuro de los supermercados, la IA se alza como la fuerza motriz que dará forma a una expansión eficiente y experiencias de compra altamente personalizadas. Las cadenas de supermercados están apostando por la automatización para satisfacer las crecientes demandas de un consumidor que busca comodidad y un toque personal en sus compras” agregaron desde Noventiq.
A medida que se continúa avanzando en la era digital, la IA seguirá desempeñando un papel prioritario en la vida de los consumidores. Desde la planificación de compras hasta la interacción en el punto de venta, esta tecnología continuará mejorando la eficiencia y la satisfacción del cliente en las cadenas de consumo masivo en Latinoamérica y en todo el mundo.
La revolución silenciosa de la IA en los supermercados es un recordatorio de que el cambio es constante y que la adaptación a la innovación es esencial para prosperar en la economía digital de hoy.