Antes de unirse al Banco Mundial, Carine asesoró al Gobierno de Chile en políticas inclusivas de reducción de la pobreza.
Por Revista Summa
Carine Clert es a partir de hoy la nueva gerente de país del Banco Mundial para Costa Rica y El Salvador, basada en San Salvador.
Carine, de nacionalidad francesa, se desempeñó hasta hace poco como líder del programa del Banco Mundial para el Desarrollo Humano en los países de África Central. Se unió al Banco Mundial en 2000 como parte del Programa de Jóvenes Profesionales para trabajar en Desarrollo Social en las operaciones del Banco Mundial en la región de América Latina y el Caribe.
Durante su carrera en el Banco Mundial ha fungido en varios cargos, incluyendo en el área de Desarrollo Social en la región de Europa y Asia Central, en la oficina global del vicepresidente de Desarrollo Sostenible antes de pasar a ser especialista sénior en Protección Social y luego líder del sector de Desarrollo Humano para la región de América Latina y el Caribe en 2011, basada en Perú. Posteriormente, trabajó como especialista líder en Protección Social y Empleo en la región de Medio Oriente y el Norte de África.
Antes de unirse al Banco Mundial, Carine asesoró al Gobierno de Chile en políticas inclusivas de reducción de la pobreza y fue profesora numeraria de política social en la London School of Economics. Carine tiene un doctorado en Política Social de la London School of Economics.
“Carine Clert, en su nuevo cargo como gerente de país del Banco Mundial para Costa Rica y El Salvador, liderará la implementación del programa de trabajo en ambos países para favorecer un crecimiento económico dinámico, inclusivo y sostenible. Estará al frente del diálogo con los gobiernos de Costa Rica y El Salvador y con representantes de la sociedad civil, el sector privado y la comunidad internacional. Carine desarrollará iniciativas que ayuden a fortalecer la generación de oportunidades para todos, la resiliencia y el capital humano”, dijo Michel Kerf, director del Banco Mundial para América Central y la República Dominicana.
La cartera activa del Banco Mundial en Costa Rica incluye seis proyectos por un total de US$1.131,74 millones en compromisos netos, incluyendo un préstamo de salud por US$420 millones en apoyo a los esfuerzos del Gobierno para mejorar la disponibilidad y calidad del sistema de seguro médico universal; el Proyecto de Desarrollo Sostenible de la Pesca por US$75,1 millones que ayudará a Costa Rica a aumentar la productividad del sector y la sostenibilidad del recurso y a mejorar los medios de vida de las comunidades costeras; el Proyecto de Mejoramiento de la Gestión Fiscal (Hacienda Digital) por US$156,64 millones para facilitar el cumplimiento tributario y los trámites aduaneros y mejorará la gestión del gasto público; un préstamo de US$300 millones para proteger el ingreso y los puestos de trabajo de la población ante el impacto de la COVID-19, favorecer a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), reafirmar la sostenibilidad fiscal para la recuperación pospandemia, y los Acuerdos de Compra de Reducciones de Emisiones por deforestación y degradación forestal (REDD+) por US$60 millones. El más reciente proyecto aprobado por el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial, por US$120 millones, apoya los esfuerzos para prevenir, detectar y responder a la amenaza que representa la COVID-19 en Costa Rica.
En El Salvador, el programa de trabajo del Banco Mundial tiene cinco proyectos, suma US$873,56 millones en compromisos y se centra en promover la inclusión productiva y el desarrollo del capital humano y aumentar la sostenibilidad y la resiliencia. Los proyectos bajo implementación incluyen: i) los Proyectos de Respuesta de Emergencia COVID-19 (US$170 millones) para apoyar la respuesta ante la pandemia y la adquisición y distribución de vacunas; ii) el Proyecto de Resiliencia Económica Local (US$200 millones) para impulsar el desarrollo económico local resiliente y aumentar el acceso de los ciudadanos a servicios e infraestructura resiliente; iii) el Proyecto para gestión y restauración integrada de paisajes (financiado por una donación de US$3,56 millones); iv) el Proyecto Crecer Sanos Juntos (US$250 millones) para apoyar la salud en la primera infancia y fortalecer la promoción de comportamientos de salud entre niños de 0 a 7 años y sus madres; y el v) Proyecto Crecer y Aprender Juntos (US$250 millones) para mejorar las prácticas docentes de atención y educación de la primera infancia y mejorar los entornos físicos de aprendizaje. Los proyectos de salud y educación de la primera infancia forman parte de la política nacional Crecer Juntos.