Fitch espera que la expansión del crédito continúe en la mayor parte de Latinoamérica en 2022.
Por Revista Summa
Las perspectivas del sector para los sistemas bancarios de Latinoamérica en 2022 son neutrales, ya que los entornos operativos y recuperación económica de la mayoría de los países apoyan las métricas financieras clave y favorecen el crecimiento del crédito, según Fitch Ratings.
Fitch espera que la expansión del crédito continúe en la mayor parte de Latinoamérica en 2022, a pesar de la desaceleración del crecimiento económico. El crecimiento modesto de los balances y las distribuciones de capital que se mantienen por debajo de los niveles previos a la pandemia, junto con la aplicación de los estándares de Basilea III en algunos países, respaldarán los niveles de capital.
Las medidas regulatorias de alivio, como el diferimiento de préstamos, expirarán en su mayor parte a finales del corriente año; Colombia, Costa Rica, Panamá, Perú y Ecuador tienen niveles importantes de préstamos aplazados, lo que aumenta el riesgo de deterioro de calidad del crédito en 2022. Sin embargo, cualquier deterioro de calidad crediticia debería ser manejable, debido a la capacidad de absorción de pérdidas de los bancos, respaldada por niveles mayores de capital y reservas para pérdidas crediticias. Fitch espera una mayor morosidad en los préstamos no garantizados al consumo (tarjetas de crédito) y a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), así como en los préstamos a sectores como energía, ocio y automóviles.
El aumento de las tasas de interés puede ser positivo para el margen de intermediación neto y las utilidades, dependiendo del nivel de crecimiento de los préstamos y del efecto sobre las pérdidas crediticias, especialmente en los bancos comerciales grandes con perfiles de negocio diversificados y depósitos minoristas estables y de bajo costo.
Se esperan alzas adicionales en las tasas de referencia por parte de los bancos centrales de Latinoamérica. Un incremento fuerte de las tasas, impulsado por la aceleración de la inflación y/o la depreciación de la moneda, podría descarrilar la recuperación económica y poner a prueba la capacidad de reembolso de los acreditados. En Brasil, la estanflación y el incremento de las tasas de interés hasta 9.25% desde 2% en enero de 2021 han contribuido al aumento rápido de los niveles de deuda.
Las calificaciones de los bancos de Latinoamérica tendrán un margen de mejora limitado en 2022 y las acciones de calificación soberana negativas afectarían a la mayoría de las calificaciones de bancos de Latinoamérica. Fitch tiene perspectivas de calificación negativas en seis de las 19 calificaciones soberanas de Latinoamérica y ninguna perspectiva de calificación positiva.