Recomiendan descargar el juego de la página oficial, independientemente de si el juego es gratuito o de pago, o al menos de una página de software lícito.
Por Revista Summa
Los videojuegos online han proliferado mucho en los últimos años y cada vez cuentan con más usuarios, por lo que es clave conocer una serie de recomendaciones para evitar fraudes, como el robo de la cuenta de usuario.
El robo de la cuenta de usuario es uno de los múltiples riesgos a los que las personas se exponen al utilizar videojuegos online.
El primer aspecto a tener en cuenta es la descarga e instalación del juego, en los casos en los que sea necesario (no siempre se requiere la instalación del juego en el dispositivo). Siempre es recomendable descargar el juego de la página oficial, independientemente de si el juego es gratuito o de pago, o al menos de una página de software lícito.
Se debe evitar en todo momento descargar juegos comerciales de páginas “pirata” por dos motivos principales, por una parte, se puede estar llevando a cabo una acción ilegal que vulnere las leyes relativas a la propiedad intelectual y, por otra parte, se corre un alto riesgo de infectar el equipo al instalar software malicioso sin darse cuenta.
“Algunos juegos requieren un pago mensual para poder jugar, otros ofrecen la posibilidad de comprar objetos, mejoras de algún personaje, misiones u otro contenido extra con dinero real. Para hacer estos pagos, puede ser necesario introducir una tarjeta de crédito. Existen otros métodos con un riesgo menor. Por ejemplo, las principales plataformas de juegos disponen de tarjetas prepago que se pueden adquirir en tiendas especializadas de videojuegos. Otra opción es realizar los pagos a través de plataformas como PayPal. En la medida de lo posible, lo mejor es hacer uso de estas formas alternativas de pago para evitar comunicar la información bancaria”, explicó Marvin Jiménez, experto Comisión de Ciberseguridad del Colegio de Profesionales en Informática y Computación (CPIC).
Muchos juegos online tienen un componente social que los hace más atractivos. Por norma general, permiten la creación de equipos, facciones, grupos o comunidades con los que compartir la experiencia del juego. Si bien es cierto, que esto supone un aliciente a la hora de jugar, no se debe olvidar que en muchos casos no se conoce realmente a las personas con las que se juega. Por este motivo, se recomienda ser cautos a la hora de comunicar información personal, es decir, lugar de residencia, número de teléfono, lugar de trabajo, etc.
Los videojuegos deben ser adecuados para el jugador, especialmente si el jugador es menor de edad. Para ello, existe una categorización definida por la “Entertainment Software Rating Board” (ESRB) que es utilizada principalmente en Estados Unidos y Latinoamérica, que define rangos de edades recomendados para un juego en particular y que se colocan como referencia en las caratulas de los videojuegos. Este sistema define las siguientes categorías: EC (Para niños entre 3 y 5 años), Everyone (Para todo público), Everyone 10+ (niños mayores de 10 años), Teen (mayores de 13 años), Mature (restringido a menores de 17 años) y AdultOnly (mayores de 18 años).
No obstante, incluso en aquellos casos en los que el juego sí es apto, conviene supervisar el juego del menor, ya que en ocasiones otros jugadores pueden enlazar contenido inapropiado (violento, exclusivo para adultos, etc.) a través de los sistemas de mensajería que incorporan los videojuegos o incluso es posible que mantengan una conducta inadecuada (xenófoba, sexista).