Los cafetales de El Salvador son los más afectados por la roya de entre los países de Centroamérica, destaca la Organización Internacional del Café (OIC) en el «Informe sobre el brote de la roya del café en C. A. y plan de acción para combatir la plaga» que elaboró tras la reciente visita de su director, Robério Oliveira Silva, al istmo.
Según la OIC, se ha detectado que el hongo ha tenido una incidencia promedio del 50 % en el área sembrada de café en la región centroamericana (en el informe se incluye a República Dominicana y Jamaica), basándose en datos del Programa Cooperativo Regional para el Desarrollo Tecnológico y Modernización de la Caficultura (PROMECAFE).
El país más afectado es El Salvador, con un 74 % de incidencia; le sigue Guatemala, con un 70 %; Costa Rica, con 64 %; Nicaragua, con 37 %; y Honduras, 25 %.
De acuerdo con el informe de la OIC, se calcula que el impacto que tendrá la roya se reflejará en el descenso en la producción de 2,706,454 sacos de 60 kg (alrededor de 3.57 millones de quintales, o una caída del 17.1 % respecto a la cosecha previa) y que restará a la región alrededor de US$500 millones en divisas por la venta del grano.
En el caso específico de El Salvador, 112.293 hectáreas, de las 152.187 sembradas con cafetales, están afectadas por roya. Los daños que ha causado el hongo se reflejarán en un descenso de alrededor de 322.102 sacos (unos 425.000 quintales) en la actual cosecha 2012/2013 (que inició en octubre de 2012 y concluye en septiembre de 2013), y causará pérdidas al sector por US$74.2 millones.
«Se espera que los efectos sean aún más graves en el próximo año de cosecha, el de 2013/14″, indica la OIC en su informe, «quizá (un descenso en la producción de café) de hasta el 50 %».
El hongo de roya se reproduce a través de esporas, debilita la hoja del cafeto y la bota. «Para 2013/2014 el impacto (de la roya) será mayor en la cosecha ya que las plantas que tienen menor afectación concentrarán sus esfuerzos en reponer su follaje en lugar de producir volúmenes de café, mientras que las plantas más afectadas tendrán que sufrir una poda profunda o recepa, o ser reemplazadas, saliendo de producción por dos o tres años», destaca, por su parte, el informe de coyuntura del primer trimestre 2013 de FUSADES.
En el presente ejercicio cafetero, El Salvador espera una cosecha de 1.7 millones de quintales oro uva, un estimado revisado a la baja por la incidencia de la roya, de acuerdo con datos del Consejo Salvadoreño del Café.
Algunas organizaciones cafetaleras estiman que la roya podría bajar entre un 10 % y un 30 % la producción de aromático del próximo año cafetero. De esta manera, la cosecha 2013/2014 se estimaría entre los 1.05 millones de quintales (la cosecha más baja a esta producción se vio en el año 1932/1933 con 862.000 quintales) y 1.35 millones de quintales, cifra cercana a los 1.36 millones de quintales de aromático que el país produjo en la cosecha 1942/1943.
Ernesto Lima, presidente de la Unión de Cooperativas de Cafetaleros R. L. (UCAFES), dice que las estimaciones de la OIC coinciden con lo calculado por los productores del país, y si bien aún no se tiene un dato concreto de cuánto bajaría la próxima cosecha, señala que será una de las más bajas en décadas y podría rondar en los 1.2 millones de quintales. «Aún no hemos hecho la evaluación de la rebaja de la cosecha, pero calculamos que la producción bajará entre 300.000 y 500.000 quintales», acotó Lima.
Impacto social
En el documento, la OIC destaca el impacto social que tendrá el brote de roya en la región, dado que más de 2 millones de centroamericanos se ganan la vida con ese cultivo.
«Además de las pérdidas económicas, hay que tener también en cuenta el considerable efecto social. La mayor parte del café en Centroamérica es cultivado por agricultores en pequeña escala, que encontrarán difícil absorber las pérdidas que se esperan», indica la OIC en su informe. En El Salvador, el 85 % de los productores de café tiene menos de 10 mz.
Se calcula que en 2012/2013 la roya hará que se pierdan unos 374.000 empleos en Centroamérica, República Dominicana y Jamaica, pues no habrá necesidad de la mano de obra que se usa para recolectar la cosecha. De esa cifra se estima que 13,444 personas no tendrán trabajo en los cafetales de El Salvador a finales de este año.
«Además, la pérdida de ingresos de los agricultores podría llevar a cuestiones relacionadas con la seguridad alimentaria en muchas zonas. Se espera también que aumente la presión migratoria hacia América del Norte», indica la OIC.
René Cuéllar, un cortador de café de la zona occidental, a inicios de año ya mostraba su preocupación por la roya; eso era un augurio para él. «Va a estar fregado el otro año. De aquí saco un dinerito para mí y mi esposa. Si no hay que cortar, no sabemos qué vamos a comer», expresó este campesino de 64 años de edad.
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