Un factor determinante para la sostenibilidad de estos modelos ha sido la articulaciรณn con los gobiernos municipales, especialmente en Sibilia y Olintepeque, en el departamento de Quetzaltenango (oeste).
Por EFE
El retorno de miles de migrantes a Guatemala, muchos de ellos deportados desde Estados Unidos, convierte en un reto su reintegraciรณn social y econรณmica, estigmatizados por no haber logrado el sueรฑo migratorio, pero enriquecidos al mismo tiempo de experiencias laborales y formativas que podrรญan beneficiar a sus comunidades de origen.
Solo entre enero y noviembre de este aรฑo se produjeron mรกs de 46.300 retornos, segรบn datos del Instituto Guatemalteco de Migraciรณn (IGM), de ellos mรกs de 40.400 lo hicieron vรญa aรฉrea desde Estados Unidos.
Ante estas llegadas, y con las limitaciones estatales para ofrecer una reinserciรณn sostenible, organizaciones no gubernamentales y autoridades locales de Guatemala han comenzado a articular modelos de inclusiรณn destinados a capitalizar el talento humano, tรฉcnico y emprendedor de los retornados.
El responsable del programa Empleo y Emprendimiento Juvenil de la organizaciรณn Conexiรณn, Esdras Pop, explicรณ a EFE que los retornados son, ante todo, “agentes de cambio” con valiosos conocimientos, aunque el proceso de regreso les somete a una doble adversidad.
“Lo importante es reconocer que son personas que han pasado por un proceso de transiciรณn, con muchos saberes, experiencias y nuevos aprendizajes obtenidos fuera. Sin embargo, en el paรญs es muy desafiante que no existan condiciones para recibirlos, desde la frontera y el traslado hasta el albergue, y mรกs cuando llegan a su lugar de origen”, afirmรณ Pop, cuya organizaciรณn opera en el occidente de Guatemala.
Este escenario se agrava por la estigmatizaciรณn en las comunidades de origen, donde el retornado suele ser juzgado bajo la dicotomรญa del que “hizo negocio y tiene plata” frente al que “no hizo nada”, lo que dificulta su integraciรณn social y los aรญsla en un cรญrculo de desconfianza.
Del choque cultural al emprendimiento
Sindy Hernรกndez Bonilla, coordinadora de la iniciativa regional ‘Voces Migrantes para el Cambio’, impulsada por la Fundaciรณn Avina con apoyo de la Cooperaciรณn Sueca, seรฑalรณ a EFE que la problemรกtica nace de un sistema con carencias estructurales en empleo, salud y educaciรณn.
“Guatemala no les ofrece oportunidades, principalmente econรณmicas, y lo econรณmico es transversal para los ejes de educaciรณn, recreaciรณn y salud. La poblaciรณn guatemalteca se caracteriza por ser emprendedora: asรญ como emprenden un negocio, emprenden ese viaje a Estados Unidos”, contextualizรณ Hernรกndez.
Bajo el marco de ‘Voces Migrantes’, se promueve un enfoque de inclusiรณn socioeconรณmica integral, que reconoce la escasa oferta laboral formal y apuesta decididamente por el emprendimiento.
Por su parte, la organizaciรณn Conexiรณn ha implementado un modelo formativo de respuesta inmediata, dado que los procesos burocrรกticos o educativos extensos desincentivan la permanencia y fomentan la reincidencia migratoria.
Asรญ, buscan primero la formaciรณn tรฉcnica, especializando a los retornados en รกreas de demanda inmediata como la gastronomรญa, para generar ingresos rรกpidos. Despuรฉs tratan de fomentar el emprendimiento y, por รบltimo, desarrollar las conocidas como “habilidades blandas”, que impulsan las competencias sociales que facilitan su integraciรณn.
La gobernanza local como clave
Un factor determinante para la sostenibilidad de estos modelos ha sido la articulaciรณn con los gobiernos municipales, especialmente en Sibilia y Olintepeque, en el departamento de Quetzaltenango (oeste).
“Desde las organizaciones podemos hacer un trabajo mรญnimo, pero quien debe asegurar la sostenibilidad a travรฉs de un plan de trabajo son los gobiernos locales”, sostuvo Pop, quien aboga por impulsar polรญticas pรบblicas integrales.
En este sentido, Hernรกndez destacรณ el avance en Olintepeque, donde se logrรณ aprobar una Polรญtica Municipal de Inclusiรณn a Personas Retornadas.
El proyecto tambiรฉn conlleva una labor de sensibilizaciรณn al sector privado para flexibilizar la certificaciรณn de competencias y valorar la experiencia migrante.
No obstante, persisten desafรญos, como la dificultad de homologar estรกndares laborales y la preferencia de muchos retornados por la informalidad que permite ingresos diarios frente a los horarios fijos.

