Esta edición especial de Ron Centenario es una intervención de Rafael Gutiérrez, quien rinde homenaje al arte costarricense en todas sus formas y reafirma el compromiso de la marca con la cultura, la identidad y el talento nacional.
Por Revista Summa
Ron Centenario es una celebración al arte, que va desde su añejamiento hasta los detalles presentes en cada botella, siendo el resultado de una obra cuidadosamente elaborada, donde cada elemento refleja dedicación, maestría y pasión por la excelencia. En el marco de la celebración de los 40 años de la marca, presenta una edición especial de su icónico Ron Centenario Aniversario Edición Limitada, intervenida por el artista visual Rafael Gutiérrez, en un homenaje a dos formas de arte profundamente conectadas con la identidad costarricense: el arte de hacer ron y el arte visual contemporáneo como expresión de cultura, inspiración y orgullo nacional.
Esta edición limitada representa una poderosa conexión entre la maestría ronera, que ha posicionado a Ron Centenario como un símbolo de calidad y tradición a nivel internacional, y la creatividad visual que caracteriza al arte costarricense. Una fusión que trasciende lo estético para convertirse en una expresión de identidad, pertenencia y legado.
“Nos une una misma raíz: el arte, el cual cuenta historias, transmite emociones y deja un legado. Desde la marca, celebramos ese arte a través de la creación del ron de Costa Rica, reconocido internacionalmente y capaz de trascender fronteras, gracias a la excelencia, la innovación y la pasión que nos definen.” expresó Dianne Medrano CEO de Centenario Internacional. “Con esta edición, celebramos a Costa Rica como cuna de talento, visión y autenticidad”.
La intervención artística de Rafael Gutiérrez nace de un lenguaje visual profundamente simbólico: las casitas, un recurso que el artista ha utilizado a lo largo de su carrera para contar historias sobre quiénes somos como país. “Las casitas siempre han sido una forma de narrar lo que nos define: comunidades que crecen entre montañas, ciudades que se transforman sin perder su calidez,” explica Gutiérrez. “Son representaciones de identidad, memoria y pertenencia. El arte nos conecta con nuestras raíces, nos recuerda quiénes somos y nos invita a compartir una visión del mundo”.
Esta esencia también está presente en Ron Centenario, un producto que nace en armonía con la naturaleza, rodeado de árboles y ríos que forman parte del entorno donde se lleva a cabo su añejamiento. Es así como cada botella se convierte en un testimonio visual irrepetible de la cultura costarricense.
Cada botella será una intervención única, donde el artista imprime su visión, su sensibilidad y su conexión con el país, transformando cada pieza en una obra de arte. Este carácter exclusivo otorga un valor especial a cada botella, no solo como objeto, sino como una experiencia cargada de simbolismo.
Algunas de estas botellas integrarán fragmentos de naturaleza que evocan el equilibrio entre la vida urbana y la riqueza natural que caracteriza a Costa Rica. Incluso en aquellas composiciones donde no hay vegetación explícita, el espíritu del país se manifiesta en la forma en que el color habita el espacio: con alegría, con intensidad y con ese poder auténtico que nace de sentirse parte de algo más grande.
“Cada botella está impregnada de lo que caracteriza a nuestro país, una energía inagotable que se refleja en cada trazo y cada contraste, mostrando nuestra capacidad de reinventarnos, nuestra pasión y nuestra confianza que en lo que hacemos tiene valor”, menciona Gutiérrez.
A través de su lenguaje visual, Rafael transforma la botella en algo más que un envase de uno de los rones más premiados internacionalmente: lo lleva a una obra que protege un líquido excepcional y, al mismo tiempo, celebra la cultura costarricense. Una pieza que invita a la conversación entre generaciones, que habla del valor de lo propio y del orgullo de construir algo significativo.
“Esta edición representa mucho más que una intervención artística: es una declaración de lo que somos capaces de lograr cuando unimos la tradición con la creatividad. Rendimos homenaje al arte costarricense en todas sus formas y reafirmamos el compromiso de la marca con la cultura, la identidad y el talento nacional, al tiempo que invitamos a celebrar lo propio, a redescubrir el arte como vehículo de emoción, y a valorar la belleza del detalle y el propósito.” agregó Medrano.
Se pondrá a disposición de los consumidores tan solo 200 botellas, las cuales podrán adquirirse únicamente a través de un enlace especial disponible por medio de WhatsApp. Las personas interesadas podrán realizar su solicitud directa mediante el número 6181-9030, garantizando así el acceso a una pieza de colección.
“Así como el ron necesita tiempo, paciencia y sabiduría para alcanzar su expresión más compleja, el arte también requiere contemplación, intención y alma. Para mí, esto no fue solo un diseño. Fue un acto de interpretación emocional. Es arte porque nace de un lugar honesto, busca conexión y tiene un mensaje que trasciende lo visual,” concluye Gutiérrez.
Finalmente, y como parte de esta celebración por los 40 años de la marca, Ron Centenario anuncia que próximamente realizará el Ron Parade, una iniciativa que convocará a artistas visuales para intervenir nuevas piezas y llevar el arte costarricense a nivel internacional, demostrando una vez más el compromiso de la marca con la creatividad y el talento nacional.