Añade que Centroamérica y El Caribe pueden insertarse en esta industria a través de hubs tecnológicos y manufactura especializada.
Por Revista Summa
Los viajes al espacio ya no son solo materia de ciencia ficción, sino un motor de desarrollo tecnológico global que impulsa avances en comunicaciones, infraestructura y automatización. En esta transformación, la conectividad y la infraestructura tecnológica cumplen un rol clave para hacer viables las misiones espaciales, ya sean científicas, comerciales o turísticas.
Frente a este escenario, señalan los especialistas, es vital comprender las principales tendencias que están definiendo el rumbo de esta industria, que deja de ser exclusiva de potencias espaciales para abrir oportunidades también en regiones emergentes como Centroamérica y el Caribe.
Precisamente, Víctor Juárez, gerente de Desarrollo de Negocios para América Latina de Panduit, empresa líder mundial en soluciones de conectividad, energía y redes, señaló que hoy convergen tres grandes tendencias tecnológicas que están revolucionando la exploración espacial.
“Por un lado, la miniaturización de componentes; por otro, la conectividad tolerante a retardos; y, en tercer lugar, la automatización basada en inteligencia artificial para la gestión autónoma de sistemas”. Explicó Juárez. Esta triada, añadió, permite no solo reducir costos, sino aumentar la autonomía y resiliencia de las misiones.
El especialista comentó que, además, es importante comprender que la infraestructura requerida para esta nueva era espacial se debe organizar en tres capas.
En tierra, se necesitan centros de datos con capacidad de supercómputo, redes de ultra baja latencia como 5G y 6G (en desarrollo), y plataformas de ciberseguridad avanzadas. Por su parte, en órbita baja, la clave está en satélites resilientes y estaciones de servicio robóticas. Finalmente, en los destinos finales, como la Luna, será necesaria una infraestructura autosostenible, incluyendo energía nuclear portátil y centros de datos con blindaje contra la radiación.
Además, Juárez destacó que en los últimos años se han dado diversos avances. Uno de los más significativos ha sido el desarrollo de sistemas autónomos con inteligencia artificial capaces de autorrepararse y tomar decisiones sin intervención humana. Además, el uso de reactores nucleares compactos está facilitando la operación de sistemas complejos en entornos extremos.
Centros de datos como columna vertebral
Para Juárez, la conectividad entre la Tierra y el espacio sigue teniendo como columna vertebral a los centros de datos.
“Estos ecosistemas, junto con las redes 5G/6G y las comunicaciones satelitales, proporcionan la vía de comunicación esencial para cualquier misión espacial”, explica Juárez. Panduit, en este contexto, aporta soluciones como su ecosistema de fibra óptica predeterminada en formato MPO base 8 y base 16, que permite transmitir a velocidades de hasta 1.6 terabytes, ideal para aplicaciones como clústeres de inteligencia artificial y simulaciones avanzadas.
Asimismo, añadió el gerente de Desarrollo de Negocios para América Latina de Panduit, las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el 5G/6G y el Internet de las Cosas (IoT) también están convergiendo con la infraestructura física. Por ejemplo, satélites con IA pueden optimizar su rendimiento y extender su vida útil, mientras que el IoT facilita la recolección remota de datos a través de sensores que monitorean la infraestructura espacial en tiempo real.
No obstante, también existen los desafíos, los cuales son grandes. Específicamente, mencionó el especialista de Panduit, la infraestructura espacial debe enfrentar amenazas como la radiación solar, que puede dañar los equipos electrónicos, y la imposibilidad de intervención humana en caso de fallas.
“De ahí la necesidad de desarrollar sistemas que se autorreparen o puedan ser reemplazados remotamente. La ciberseguridad, la interoperabilidad de sistemas y la resistencia en entornos extremos también son factores críticos”, recalcó Juárez.
Inclusión de la región en los viajes espaciales
Para Centroamérica y el Caribe, el panorama es prometedor ante los ojos de Juárez. Señaló que, aunque la región aún está en proceso de maduración tecnológica, existen polos de desarrollo que podrían integrarse activamente a la economía espacial.
Juárez mencionó como ejemplo la planta de manufactura de Panduit en Costa Rica, donde se producen soluciones de fibra óptica que ya se distribuyen en Latinoamérica y Norteamérica para aplicaciones de inteligencia artificial.
Además, agregó que hay oportunidades claras para que los países centroamericanos participen desde la investigación científica, el desarrollo de tecnología satelital y la formación de talento en ingeniería aeroespacial. Incluso podrían desarrollarse aplicaciones duales (civiles y militares) y servicios basados en datos satelitales como la agricultura de precisión o el monitoreo ambiental.
Proyecciones espaciales
Mirando hacia el futuro, Panduit visualiza una conectividad espacial mucho más eficiente y rápida en los próximos diez años, impulsada por tecnologías como el 6G.
“Definitivamente, para esto, los fabricantes de tecnología como Panduit, jugaremos un papel clave en el desarrollo de componentes para satélites avanzados y sistemas de comunicación que manejen grandes volúmenes de datos a alta velocidad. El éxito de la nueva carrera espacial no solo transita por cohetes y estaciones orbitales, sino también por cables, sensores, centros de datos y sistemas inteligentes”, concluyó Juárez.