La inteligencia artificial, tanto en su forma aplicada como generativa, está pasando rápidamente de la experimentación al uso a escala.
Por Revista Summa
La transformación tecnológica continúa acelerándose y las organizaciones que buscan mantenerse competitivas deben mirar más allá de la innovación superficial. En su más reciente análisis, McKinsey & Company identifica 13 tendencias tecnológicas que no solo están capturando la atención del mercado, sino que también están comenzando a demostrar un impacto real en productividad, crecimiento y diferenciación empresarial.
El informe McKinsey Technology Trends Outlook, desarrollado por el McKinsey Technology Council, destaca que la inteligencia artificial, tanto en su forma aplicada como generativa, lidera el conjunto de tecnologías más avanzadas. Estas herramientas están pasando rápidamente de la experimentación al uso a escala, con organizaciones que las implementan para automatizar decisiones, crear contenido, optimizar cadenas de suministro o rediseñar procesos completos. Según el análisis, la adopción de IA generativa ha crecido rápidamente y continúa siendo una de las áreas más dinámicas en términos de inversión y atención ejecutiva.
A esta tendencia se suman otras que ya muestran madurez significativa, como la computación en la nube y en el borde (edge computing), y la conectividad avanzada, que habilitan experiencias inteligentes en tiempo real, fundamentales para industrias como la manufactura, la logística y los servicios financieros. Estas tecnologías ya están en fase de escalamiento, generando valor tangible en eficiencia, agilidad y nuevas capacidades digitales.
Otras innovaciones, como la bioingeniería, la movilidad del futuro y la tecnología espacial, aún se encuentran en etapas más tempranas de adopción, pero están avanzando rápidamente gracias al crecimiento de la inversión, el interés regulatorio y la necesidad de soluciones más sostenibles y adaptables.
El informe también subraya tres grandes fuerzas que atraviesan todas las tendencias tecnológicas actuales:
- El auge de los sistemas autónomos: agentes digitales y robots físicos están empezando a trabajar de forma integrada, ejecutando tareas complejas en entornos físicos y digitales sin intervención humana directa.
- Nuevas formas de interacción humano-máquina: el surgimiento de interfaces más naturales, como el lenguaje conversacional, la realidad aumentada y los copilotos inteligentes, permite una colaboración más fluida y productiva entre personas y tecnología.
- Retos para escalar la innovación: a medida que más organizaciones intentan implementar estas tecnologías, surgen desafíos relacionados con infraestructura, talento, regulación y sostenibilidad energética. La disponibilidad de capacidades de cómputo y el acceso a personas con habilidades técnicas especializadas se han convertido en cuellos de botella críticos.
A pesar del entusiasmo, McKinsey advierte que muchas organizaciones aún no logran llevar estas tecnologías a una escala que transforme verdaderamente sus modelos de negocio. La mayoría de las tendencias muestran una adopción baja o moderada, lo que indica que existe una ventana de oportunidad para que los líderes que actúen con decisión puedan diferenciarse significativamente en sus industrias.
En este contexto, el informe invita a los ejecutivos a desarrollar estrategias claras, priorizar las inversiones adecuadas y fomentar una cultura de innovación responsable. Comprender cómo se interconectan estas tecnologías y cómo pueden integrarse en las operaciones, productos y servicios será determinante para capturar valor en los próximos años.