Un aspecto destacado de esta edición fue la diversidad de especies sembradas.
Por Revista Summa
El Siembratón 2025 cerró con una cifra histórica: 2.387.985 árboles plantados en todo el país, superando ampliamente la meta establecida para este año. Esta jornada de reforestación nacional no solo evidenció una gran movilización ciudadana, sino también el compromiso de distintos sectores con la conservación y recuperación de los ecosistemas forestales.
Las provincias de Alajuela y Guanacaste lideraron el conteo de árboles plantados, reflejo de una sólida organización local, cultura forestal y una alta participación comunitaria. Empresas y organizaciones forestales, municipios, centros educativos, empresas privadas y grupos familiares se sumaron a la iniciativa, coordinando esfuerzos para intervenir zonas prioritarias y contribuir a la regeneración de áreas degradadas.
En cuanto a los participantes, los reportes muestran una activa involucración de instituciones públicas, empresas privadas y familias o personas individuales. Este involucramiento multisectorial fue clave para alcanzar los ambiciosos resultados del Siembratón 2025.
Un aspecto destacado de esta edición fue la diversidad de especies sembradas: se reportaron 146 especies, lo cual fortalece la biodiversidad de los territorios intervenidos. Entre ellas se encuentran especies emblemáticas como la melina, teca, guaba, guanacaste, poró, almendro de montaña, espavel, cenízaro, caoba, limoncillo, guachipelín y laurel, todas con gran valor ecológico y algunas también con importancia cultural o económica.
La Oficina Nacional Forestal (ONF), ente que coordina el Siembratón, celebró los resultados y subrayó la relevancia de la acción colectiva: “El éxito de esta jornada demuestra que cuando distintos sectores se unen con un propósito común, los impactos pueden ser extraordinarios. Esta cifra no solo representa árboles, sino esperanza para nuestras futuras generaciones”, expresó don Felipe Vega, director Ejecutivo de la ONF.
Otro factor relevante fue el enfoque puesto en la restauración ecológica y la reforestación con sentido técnico. Muchas de las siembras se realizaron en corredores biológicos, nacientes, márgenes de ríos y zonas con potencial de conectividad ecológica. Se priorizó la siembra con especies nativas y adaptadas a las condiciones de cada región.
Además, los participantes desarrollaron campañas paralelas de educación ambiental y voluntariado, así como capacitaciones para asegurar el adecuado mantenimiento de los árboles. Los organizadores también anunciaron que se implementará un sistema de seguimiento para verificar la sobrevivencia de las especies plantadas y fortalecer las alianzas territoriales.
El Siembratón 2025 no solo se convirtió en una meta superada, sino también en un símbolo de unidad nacional y acción por la naturaleza. Con esta jornada, Costa Rica reafirma su liderazgo ambiental en la región y su compromiso con la restauración forestal como herramienta clave para enfrentar el cambio climático.